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El despacho del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el Rey en Marivent y el posterior encuentro con la presidenta del Govern, Francina Armengol, no aportaron certezas, ni en el ámbito de la política estatal ni en la autonómica. El jefe del Ejecutivo respondió con evasivas sobre las cuestiones más candentes de la actualidad. Resulta inadmisible que el presidente del Gobierno derive a la Casa Real la información sobre el paradero de don Juan Carlos, que sigue ocupando un cargo con rango protocolario como exjefe del Estado y cuya seguridad está asignada a agentes de la Guardia Civil. El presidente respondió con evasivas a las escasas cuestiones que se le pudieron plantear, palabrería para no entrar en el fondo de la cuestión.

La entrevista con la presidenta Armengol tampoco sirvió para aclarar la posición del Gobierno sobre la prolongación de los ERTE y los controles sanitarios de pasajeros en los aeropuertos y puertos estatales. Sobre ambas cuestiones no adquirió ningún compromiso, a pesar de que son temas esenciales para el futuro económico y social más inmediato de Balears.

Ayer volvió a quedar claro que a Sánchez no le preocupan los problemas de estas Islas.