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El Gobierno suspendió ayer la aplicación de las reglas fiscales para 2020 y 2021, lo que implica dejar sin efecto el techo de gasto y los objetivos de déficit para todas las administraciones públicas. Una decisión que se adoptó el mismo día que, según determina la Constitución, venció el plazo para presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado del próximo año. El Gobierno central, las comunidades autónomas y los ayuntamientos tendrán un margen más amplio para gastar. Pero esta resolución viene motivada, en gran medida, porque el Gobierno aún no ha iniciado la tramitación de los próximos Presupuestos Generales, que ya no entrarán en vigor hasta el 2021.

Ello implica otra prórroga de las cuentas públicas que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en mayo de 2018. El Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sigue gestionando aquellos Presupuestos. El tiempo se le echa encima al Gobierno.

El 15 de octubre debe presentar a Bruselas el programa que será costeado con los 140.000 millones de euros del plan de recuperación económica europea. La UE exige otros Presupuestos, porque los del 2018 no permiten abordar el aumento del gasto público y el endeudamiento, que son los ejes de la nueva etapa expansiva.