Editorial19/12/20 0:00
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Menorca podrá iniciar la vacunación anti covid en las mismas fechas que el resto de España y los países de la Unión Europea. Pero hasta el 26 de diciembre no llegarán a España los primeros envíos de la vacuna desde Bruselas, donde Pfizer tiene su centro de producción para Europa. Es un enorme dispositivo logístico para garantizar que en apenas unas horas pueda comenzar la inmunización de los colectivos más vulnerables –personas mayores, pacientes crónicos y residencias geriátricas– y el personal sanitario, los más castigados y los más necesarios en esta durísima crisis sanitaria. La llegada de la vacuna abre una ventana a la esperanza, aunque no se puede bajar la guardia.

Quedan todavía por delante meses para conseguir el control del virus y reducir su velocidad de propagación para recuperar la normalidad, que no es otra cosa que volver a mantener las relaciones sociales y a poner en marcha la actividad económica. Sin la contención de la pandemia no lograremos salir de la crisis, mucho más profunda que los peores vaticinios al inicio de esta mortífera plaga. Ocho días faltan para el principio del fin de esta emergencia sanitaria, social y económica.