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El plan de vacunación en España, consensuado entre el Ministerio de Sanidad y las autonomías, consta de un calendario con 18 grupos prioritarios en una escala de mayor a menor vulnerabilidad. Los dos primeros grupos de riesgo son los residentes en los geriátricos y los profesionales sanitarios en primera línea en la lucha contra la pandemia: los médicos y los enfermeros.

También han de ser de los primeros en recibir la vacuna las personas con graves discapacidades que no estén institucionalizados y los dependientes. El concejal de Servicios Sociales de Maó, Enric Más, no forma parte de ninguno de estos colectivos vulnerables. A pesar de incumplir los protocolos en vigor, ha tenido la suerte de recibir una ‘vacuna exprés’, que ayer intentaron justificar el alcalde y el IB-Salut, cuyo gerente en Menorca también ha sido vacunado junto con otros directivos de la sanidad pública de Balears, antes que médicos y enfermeros. Al enorme malestar social por el retraso en la vacunación se añade la irritación por los cargos públicos que, infringiendo los protocolos, logran la inmunización cuando aún no les corresponde. Quienes han de actuar con ejemplaridad y ética no pueden aumentar la indignación ciudadana con sus errores.