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El Ministerio de Sanidad ha tenido que desmentir el anuncio de la titular del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, relativo a la reactivación del turismo nacional durante la próxima Semana Santa. Los expertos y el sentido común desmienten las intenciones de Maroto, por mucho que pretenda insuflar algo de optimismo a un sector tan castigado por los efectos de la pandemia como es el turístico.

Es un error pretender levantar el ánimo de los ciudadanos con falsas expectativas. Es cierto que, aunque con una lentitud exasperante, se lleva a cabo la vacunación, pero la situación hospitalaria en España sigue siendo crítica y la vacuna no tiene un suministro garantizado.

Y los mercados emisores siguen inmersos en una situación tan complicada o más que la nuestra. La Unión Europea mantiene que, después del verano, el 70 por ciento de la población habrá sido vacunada, lo que permitirá recuperar la movilidad. Hasta entonces quedan meses que demandan cautela y sensatez. Pretender acortar los plazos tendrá un alto coste en el futuro, incluso de vidas humanas. En lugar de correr, mejor apelar a la prudencia para salir con seguridad de esta crisis.