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Cuando la Conselleria de Salut aún no ha fijado la fecha para que usuarios y trabajadores de los centros de día puedan vacunarse y tampoco concreta el criterio para inmunizar a los cuidadores no profesionales de los dependientes, el hospital Mateu Orfila dio ayer cinco altas y la presión en la UCI empezó a bajar. Ayer registró una ocupación del 31,5 por ciento.

Centenares de pacientes con distintas patologías han visto ralentizados sus tratamientos porque se ha dado prioridad a los casos covid. Las listas de espera quirúrgica se han disparado y hay numerosos afectados.

A medida que disminuya la presión hospitalaria se podrá reactivar la atención en las especialidades que sólo gestionaban los casos más urgentes. Porque la pandemia está sometiendo a todo el sistema sanitario de Balears -tanto el público como el privado- a una durísima prueba de estrés que se supera gracias al esfuerzo diario y constante de los profesionales. La campaña de vacunación, que hoy no responde a las expectativas por la lentitud con que se lleva a cabo, además de inmunizar a la población ha de recuperar el cuidado eficaz y los tratamientos, preventivos y curativos, a todos los pacientes.