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El anuncio de la implantación del pasaporte sanitario en la Unión Europea está reactivando las reservas turísticas.

Para finales de marzo está prevista la reapertura de los primeros hoteles. Las reservas de los países emisores preludian que la tragedia económica de la pandemia quedará atrás. Balears se sitúa en la carrera para captar turistas interesados en el Mediterráneo.

Grecia, Creta y Turquía acaparaban la demanda por la baja incidencia del virus en sus países. Ahora empieza a extenderse al archipiélago. Pero la reactivación está vinculada a una baja incidencia de contagios y la eficacia de la campaña de vacunación. En este contexto se entienden las cautelas para la desescalada.

Abrir hoteles supondrá sacar de las bolsas del ERTE y del desempleo a los trabajadores, además de activar empresas vinculadas a la oferta complementaria. Significará cerrar el nefasto capítulo que se inició en marzo del pasado año y que ha convertido los últimos doce meses en una auténtica pesadilla social y económica. Hay muchas ganas, y necesidad, de cerrar este episodio para poner en marcha, con prudencia, la industria que es el motor de la economía de Menorca: el turismo.