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El paquete de 11.000 millones de euros que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el 24 de febrero para «empresas, pymes y trabajadores autónomos» en los sectores del turismo, la hostelería y la restauración» fue aprobado el viernes por el Consejo de Ministros. Incluye 7.000 millones en ayudas directas y la ampliación de la moratoria concursal hasta final de año para contener un aluvión de liquidaciones por el impacto de la pandemia que aún no ha sido controlada.

El objetivo de este plan consiste en cubrir los costes fijos de empresas que hayan sufrido una caída de facturación de al menos el 30 por ciento. Las ayudas serán repartidas a través de las autonomías, que recibirán el dinero en cuarenta días.

Se da un tratamiento a Canarias y Balears, para las que se reservan 2.000 millones por el peso del turismo en la actividad autonómica en los dos archipiélagos, que desconocen cuando empezará la reactivación económica. Ante la falta de liquidez en las empresas de Balears es preciso agilizar la tramitación y los pagos de las ayudas anunciadas. Este plan tenía que haberse aprobado hace meses para evitar sufrimiento, cierres y destrucción de puestos de trabajo.