Ciudadanos se sigue desangrando y ayer sufrió nuevas fugas. El expresidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, anunció que deja la política; y una procuradora de Cs en las Cortes de Castilla y León abandonó el grupo parlamentario tres días antes de la moción de censura contra el Gobierno de coalición formado por el PP y el partido naranja. Bajas que se añaden a la fallida moción de censura en Murcia.
Ciudadanos ha entrado en un proceso de descomposición por los errores de sus dirigentes y los fracasos electorales. El partido que aglutinó al electorado constitucionalista de Cataluña y entró con éxito en la política estatal de la mano de Albert Rivera se diluye, con Inés Arrimadas, incapaz de cohesionar su representación institucional. Lo ocurrido en Murcia y Madrid conduce al colapso de Cs sin que se adivinen posibilidades de recuperación. Tras hundirse en las elecciones autonómicas catalanas, la tendencia lleva camino de extenderse a Madrid. El espacio del centro político en España vuelve a quedar a disposición de otras formaciones. Las próximas semanas determinarán la caída de Cs, una experiencia válida pero lastrada por sus dirigentes.
