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Con la vacunación que se sigue ralentizando, Balears es la única comunidad que no aplicará el cierre perimetral esta Semana Santa. Los españoles que viven en la península y tienen casa en Balears, si no están empadronados, no podrán venir a las islas. Y al mismo tiempo, el Govern prohíbe los encuentros de familiares que pertenezcan a distintos núcleos de convivientes. Medidas contradictorias al prohibir los desplazamientos entre comunidades y restringir la movilidad nacional. Pero, simultáneamente, pueden entrar turistas de Europa, cuando varios países, entre ellos Alemania y Francia, registran aumento de contagios. No al turismo nacional y sí al extranjero. El Govern insiste que los visitantes tendrán que cumplir las restricciones, con la prohibición a los hoteles de alojar turistas que no sean convivientes. Pero, ¿se exigirán pruebas PCR a todos los que lleguen de países europeos a Balears?, y ¿con qué recursos cuenta el Govern para que se cumplan los controles? No podemos asumir un riesgo que ponga en peligro la reactivación este año. Como advierte la presidenta de CAEB, Carmen Planas, «sin control sanitario en Semana Santa, perderemos la temporada».