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El Consell ha aceptado la acogida de dos menores procedentes de Ceuta, como una muestra del compromiso solidario de la sociedad menorquina. Las dos plazas en la Casa de la Infancia es la aportación que se puede ofrecer en la Isla, que ya se ha planteado en otras ocasiones sin que se materializara la acogida, a excepción de los seis menores argelinos que llegaron a la Isla en patera en octubre de 2019. Dos plazas es una oferta testimonial, no afecta a la organización del servicio y supone un coste limitado, sin embargo es una forma de mostrar esa responsabilidad social que tenemos ante los dramas que sufren las personas de países donde la pobreza es crónica y que afecta de una forma especialmente cruel a los menores de edad.

Al margen de los debates políticos y de la necesidad de desarrollar políticas de inmigración coherentes, el gesto solidario debe generar el consenso de los partidos y de la sociedad.

El Consell asume la custodia y ha de gestionar las acciones que más beneficien a los menores, desde una posible acogida, quizás por residentes de su misma procedencia, a la atención a su salud, a la formación y al bienestar. La acogida es el primer paso de un futuro mejor.