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Numerosas empresas de diferentes sectores productivos de Menorca sufren la falta de suministros por una demanda disparada y la escasez de materias primas. Las consecuencias son el encarecimiento de los precios el retraso en las entregas. El impacto negativo afecta a un territorio insular como el nuestro, donde la diversificación de proveedores se complica. La construcción es uno de los sectores más afectados, pero no es el único, pero lo más preocupante es que no se adivina el fin de esta situación.

A medida que se han eliminado restricciones, se está reactivando la actividad económica y la demanda de bienes y servicios se ha disparado. Escasea el hierro, acero, madera y aluminio que se sirve a precios muy superiores a los contratados. Empresas transformadoras y consumidores ya notan los efectos. La crisis de la covid ha mostrado que la internacionalización de la economía tiene un reverso de consecuencias impredecibles.

Primero fueron los problemas con el material sanitario y ahora las materias primas. El gas y los carburantes constituyeron la primera advertencia seria. Ahora se conocen nuevos avisos que están lastrando la reactivación social y económica.