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El Índice de Precios al Consumo protagonizó en Balears un aumento del 4,2 por ciento, dos décimas más que la media estatal. Desde el 2008 no se registraba en las Islas un alza tan importante, con impacto directo sobre la capacidad de gasto de las familias y también sobre las empresas. Los precios desorbitados de la electricidad y los combustibles son los principales responsables de este mazazo económico.

La pérdida de poder adquisitivo se añade al perjuicio que sufre la recuperación económica. Es una mala noticia que Balears lidere el incremento de la cesta de la compra en España.

Esta tormenta inflacionaria también rompe la estabilidad interna de la Unión Europea que se verá obligada a adoptar medidas para cada uno de sus estados miembros. Las previsiones prolongan hasta el próximo año la volatilidad de productos básicos como la electricidad y los combustibles. Balears, al igual que el resto de España, espera con urgencia que se materialicen las medidas para contener estos aumentos que no cesan porque el empobrecimiento de los consumidores se acelera. La acción del Gobierno y de la Unión Europea, no se puede demorar para corregir esta anómala situación.