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El Partido Popular ganó ayer las elecciones autonómicas en Castilla y León, pero sin alcanzar la mayoría absoluta. Arrebató la posición de primera fuerza política al PSOE, que retrocede al perder siete escaños; y Alfonso Fernández Mañueco necesitará a Vox para volver a ser investido presidente. Los resultados consolidan al partido de Santiago Abascal, que registra un gran crecimiento y es el ganador de estas elecciones anticipadas al obtener doce procuradores. La izquierda queda sin opciones de formar gobierno por el avance del PP, que supera el candidato socialista y anterior ganador de las elecciones en esta comunidad, Luis Tudanca. Ciudadanos sufre otro batacazo en su camino hacia la irrelevancia. Fernández Mañueco, rompió en diciembre pasado el pacto de coalición suscrito en 2019 con Ciudadanos y anunció elecciones anticipadas. Esta convocatoria responde a una estrategia de Pablo Casado para mantener la tensión durante el 2022, que continuará con una convocatoria similar en Andalucía.Vox    pasa a ser una formación decisiva para la gobernabilidad de la región ya que PP y el partido de Abascal suman la mayoría absoluta . El cambio más relevante consiste en que el PP pasa de gobernar con Ciudadanos a depender de Vox. Hay precedentes de acuerdos en Murcia y Andalucía. Ahora se sabrá si Vox exige entrar en el gobierno.