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Empresarios de las superficies comerciales y de alimentación de Balears piden al Ministerio del Interior que garantice la llegada de los productos a las Islas, lo que confirma el impacto de los piquetes de transportistas que actúan en los centros de distribución y puertos de la Península. Y corrobora que el Gobierno se muestra incapaz de controlar esta huelga salvaje.

Los grupos de autónomos que secundan esta protesta bloquean la salida de camiones con destino a Balears con la intención de provocar el desabastecimiento. El Ministerio del Interior debe garantizar la seguridad de estos traslados ante la vulnerabilidad de las Islas en su abastecimiento. No tiene sentido demorar la intervención policial, por lo que es preciso advertir a los transportistas que no se consentirá la ruptura de los canales de suministro para el abastecimiento en todas las Islas.

En estas circunstancias, los consumidores han de evitar la tentación de acaparar productos, una actitud que además de insolidaria, agrava todavía más los efectos de un problema del que el Gobierno asegura haber tomado conciencia. Los próximos días serán claves para conocer la dimensión del conflicto y las posibilidades de su desconvocatoria, siempre en función de las propuestas del Gobierno para un sector muy castigado por el incremento del precio de los combustibles.