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La normativa que ha de regular el turismo en Balears, que fue aprobada el 2 de marzo por el pleno del Parlament, se debe transformar ahora en ley, lo que implica su debate en la Cámara autonómica. La tramitación abre las puertas a la presentación de enmiendas que cambiarán el decreto-ley. Este texto legislativo, llamado a definir y concretar el nuevo modelo turístico de Balears, fue validado por las formaciones de izquierda: PSIB-PSOE, Podemos, Més per Mallorca, Més per Menorca y Gent per Formentera; mientras que votaron en contra todos los grupos de la oposición: PP, Cs, El Pi y Vox. No fue posible un acuerdo amplio, y aunque el Govern Armengol ganó aquella votación, no hilvanó un relato coherente. Surgieron críticas de las asociaciones hoteleras de Menorca, primero; y Mallorca y las Pitïuses después, así como desde las asociaciones del alquiler vacacional. Esa ley, que aspira a marcar un nuevo rumbo en un modelo turístico que ha cumplido seis décadas, no puede quedar en una declaración de intenciones ni generar más dudas ni incertidumbres. El Govern del Pacte tiene hoy la oportunidad para, desde el diálogo, alcanzar consensos que han de ir más allá de la aprobación mecánica por la izquierda para implicar a las asociaciones empresariales y otras formaciones políticas con amplia representación en el Parlament.