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Muchos vecinos y residentes estivales de Fornells se sienten incomprendidos por Ports de les Illes Balears.    El malestar se ha manifestado por algunas de las actuaciones del ambicioso proyecto de reforma, por el ritmo de las obras, por la prioridad en el desarrollo de las fases. También, un grupo numeroso de propietarios de embarcaciones lamenta la falta de servicios y la descoordinación. Ahora las quejas se producen por el cobro de una tasa a los usuarios de barcas que se acercan a las calas de la bahía para darse un baño. Mientras, se percibe un descontrol en los fondeos y una demora en actuaciones, como los nuevos pantalanes para amarres, debido a la incidencia sobre dos algas protegidas.

La gestión de Ports provoca tanto descontento que es necesario que antes de adoptar cualquier medida pueda ser comunicada y consensuada para evitar esta escalada de protestas. Fornells es un puerto muy importante para la actividad náutica durante el verano, además de un referente turístico, que merece una mayor atención por parte de las administraciones. La buena gestión no se puede limitar a inversiones millonarias y a decisiones técnicas. Hay que aplicar nuevas formas más eficaces.