El texto del Plan Territorial Insular revisado que el Consell de Menorca ha remitido a la Comisión Balear de Urbanismo introduce significativos cambios en los criterios para legalizar, o derribar, los ‘hortals’. Una realidad urbanística consolidada desde hace años con 25 núcleos de estos edificios con uso de vivienda construidos en suelo rústico, de los que quince están ubicados en Ciutadella.
Y aún cuando, entre los requisitos para la legalización, sólo se acepta una superficie construida de 90 metros cuadrados, ahora se da un plazo de seis años para llevar a cabo este proceso. Implica formar una asociación de propietarios para cada núcleo con el objetivo de redactar un plan de ordenación que debe ser tramitado y aprobado por cada ayuntamiento.
El Consell no tiene en cuenta las peticiones que han formulado reiteradamente la Associació d’Hortals de Menorca, los partidos de la oposición y la delegación menorquina del Colegio de Arquitectos para flexibilizar los requisitos que permitan legalizar las edificaciones ya construidas en estos núcleos.
El Consell trata de ganar tiempo en un problema que se arrastra hace más de treinta años. Pero no lo soluciona.
