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La contaminación de las aguas del torrente de Sa Mesquida con residuos fecales, que han confirmado los análisis realizados en laboratorio autorizado, obligan a actuar y adoptar medidas eficaces para detectar su origen e impedir que se sigan produciendo. Vecinos de esta zona residencial de Maó habían venido advirtiendo y denunciando, durante este pasado verano, los malos olores que desprendía este cauce de agua que vierte a la playa de Sa Mesquida. Las molestias ocasionadas por una pestilencia que no es normal, junto con un gran número de roedores e insectos, movilizó a la asociación de vecinos, que expresaron sus quejas al Ayuntamiento de Maó. La administración municipal trasladó a la Conselleria de Medio Ambiente del Govern las sospechas de contaminación del torrente, sospechas que ahora ya se han convertido en evidencia al haber aparecido la bacteria Escherichia coli, que habita en el intestino de personas y animales. La administración municipal dice no haber recibido respuesta de la Conselleria y el Govern apunta a algas en aguas estancadas y las altas temperaturas. Es preciso seguir investigando en todas las instalaciones situadas en las inmediaciones.