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Las nuevas restricciones aprobadas por la Unión Europea, que añaden diez días más a los que durante el 2023 deberá permanecer amarrada la flota de pesca de arrastre, condenan y acentúan la desaparición de las barques del bou en Menorca. Las medidas aprobadas por los ministros de Pesca en Bruselas impactan directamente sobre la actividad pesquera profesional del Mediterráneo.

Han sido desoídas las advertencias y peticiones formuladas por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación para que se tuviera en cuenta el reducido tamaño de la flota de barcas de arrastre de Balears, limitada a 32 embarcaciones, el alto nivel de protección del mar en el archipiélago y los pocos días que puedan salir a faenar las barques del bou, con un promedio de 165 jornadas al año. De ahí que la consellera Mae de la Concha afirmara que «no es un buen día para Balears».

La Federación de Cofradías de Pescadores de Balears denunció que «están masacrando la pesca de arrastre». Las restricciones de la UE implicarán que cada vez sea más difícil consumir pescado fresco capturado en las Islas y que aumente su precio. Medidas desacertadas que perjudican esta actividad tradicional.