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Apenas unas semanas después de que el Gobierno chino relajase las medidas de control contra la covid, la cifra de casos se ha disparado y el sistema sanitario del país asiático ha quedado colapsado. Las consecuencias del cambio de estrategia en China se trasladan con rapidez al resto del mundo y se activan las alertas internacionales por el incremento de contagios.

La pandemia vuelve a situar al virus en el foco de preocupación ciudadana, también en las Islas, como reconocen los responsables del IB-Salut. La experiencia de lo ocurrido durante la pandemia debe evitar incurrir en los mismos errores, entre ellos la lentitud con la que se adoptaron las medidas de prevención. Cabe preguntar si deben restringirse las conexiones aéreas internacionales con China e incrementar las pautas de vacunación para la entrada y salida del país.

En los países desarrollados se dispone de más experiencia y recursos para combatir el virus de la covid, circunstancia que supone un plus de tranquilidad y confianza para los ciudadanos. Sin embargo, sería un error el tratar de minimizar los riesgos y no reactivar todas las líneas de investigación para mejorar las vacunas disponibles frente a las nuevas variantes. Es una cuestión de prudencia: frente a la pandemia no se puede bajar la guardia si no se quiere que regrese con más fuerza y perjuicios.