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Aunque los datos sobre el cambio de modelo energético siguen siendo pobres, es cierto que se ha avanzado en los últimos años y las perspectivas sobre generación de electricidad de fuentes renovables son esperanzadoras. El Obsam ha dado a conocer los datos para evaluar la Estrategia Menorca 2030, la situación actual respecto a los objetivos. Parece evidente que los de reducir en un 50 % las emisiones de CO2 respecto a 1990 y en un 50 % el consumo de combustibles fósiles son un reto casi imposible si no se avanza en la movilidad eléctrica, el punto más débil de esa estrategia.

Muchas de las grandes declaraciones sobre esta cuestión se han convertido en papel mojado. Hoy los vehículos eléctricos representan el 0,6 por ciento y sin el más pequeño avance en el transporte público. La transformación del parque móvil privado es lentísima en buena parte por la falta de infraestructuras y de recursos suficientes para impulsar el cambio de modelo. Y lo que debería ser un ejemplo con el desarrollo del transporte público está parado por la demora en la gestión, con unas concesiones caducadas desde hace cuatro años. El reto de Menorca 2030 sigue siendo un objetivo tan importante como lejano.