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Un 21,5 por cien de la población de Balears está en situación de pobreza o exclusión social, después de la crisis de la covid-19, según el informe de la European Anti-Poverty Network (EAPN), una plataforma europea de entidades sociales. A pesar de la leve mejora registrada en el archipiélago, EAPN alerta de que este porcentaje supone que más de 263.000 ciudadanos de las islas sufren pobreza o exclusión y que, por tanto, todavía queda mucho camino por recorrer.

Porque, al mismo tiempo, aumentan los retrasos en el pago de la vivienda, con un aumento del 8,9 por cien -del 17 al 25,8 por cien de la población- y se incrementa en un 4,5 por cien el número de quienes no pueden comer carne o pescado cada dos días. Gracias a la acción de las administraciones públicas se consigue contener la pobreza en Balears, donde se redujo en un 9,1 por cien. Si no existiera ninguna aportación pública, dos quintas partes de los hogares de las Islas tendrían unos ingresos por debajo del umbral de la escasez. El informe de EAPN desnuda la realidad social de Balears con las dificultades para acceder a la vivienda, conseguir un empleo, pagar el alquiler y tener una alimentación equilibrada. En definitiva, una vida digna y en condiciones. La invisibilidad de las situaciones de empobrecimiento aumenta la indiferencia y la capacidad para actuar.