El gran reto del nuevo Papa ante la oleada conservadora

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Los 133 cardenales electores de 71 países que mañana entrarán en la Capilla Sixtina para votar al sucesor del Papa Francisco han participado en diez congregaciones generales para conocerse entre ellos y debatir las grandes cuestiones a las que debe dar respuesta la Iglesia católica tras la muerte de Bergoglio. Este largo precónclave ha de facilitar la elección del próximo pontífice. Cuatro purpurados emergen con más opciones: el arzobispo de Filipinas, Luis Antonio Tagle; el arzobispo de Bolonia Mateo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal de Italia; Robert Prevost, que combina la eficacia norteamericana con la sensibilidad pastoral latinoamericana; y Pietro Parolin, ‘número 2’ del Vaticano al ejercer como secretario de Estado.

Un cónclave rodeado de muchas incógnitas al contar con más cardenales electores que nunca, o sea, menores de 80 años; y por su diversidad, con una gran participación de países de África y Asia. El gran reto del continuador de Pedro en la sede apostólica consistirá en fijar el rumbo de la nave vaticana ante la oleada política conservadora que encarna un imprevisible Donald Trump. El Papa Francisco, que marcó distancias, ejerció su autoridad moral frente a estos movimientos conservadores. El próximo obispo de Roma ha de ser el líder espiritual que necesita el mundo en este convulso siglo XXI.