La reducción de la jornada laboral ha de ser fruto del acuerdo
El Gobierno PSOE-Sumar acordó ayer remitir al Congreso de los Diputados el proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. El Ejecutivo de Pedro Sánchez carece de los apoyos parlamentarios necesarios para aprobar estos cambios legislativos tras el rechazo de Junts, cuya portavoz, Míriam Nogueras, confirmó la presentación de una enmienda a la totalidad, y denunció que esta iniciativa «dificulta trabajar» e impone una «fiscalización inaceptable» a las empresas. Esta reducción de la jornada laboral, que forma parte del pacto de gobierno PSOE-Sumar, decidida por el Ministerio de Trabajo con CCOO y UGT, provoca el rechazo de CEOE y Cepyme. El PP también expresa su desacuerdo, mientras que el otro partido nacionalista de derechas, el PNV, tampoco garantiza su apoyo al advertir que carece del acuerdo con los empresarios y alerta del impacto sobre las pymes. Una medida de esta naturaleza ha de ser el resultado del entendimiento en el marco de la negociación colectiva, no puede ser el fruto de la imposición. El Gobierno ha de valorar también los planteamientos empresariales sobre la inviabilidad de su aplicación en sectores como la hostelería y la restauración. Y tener en cuenta el riesgo de cierre de pequeñas y medianas empresas. El objetivo puede ser compartido pero hay que tener en cuenta pros y contras.
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