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Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) parece ser que cada vez seremos menos, a partir del año 2017 habrá en este país más fallecimientos que nacimientos, calculan que en apenas una década seremos unos 2,5 millones menos de habitantes, es decir se van a oficiar más entierros que bautizos de largo.

Siguiendo con este pronóstico podemos afirmar que habrá mucho más negocio en temas relacionados con la vejez que en temas relacionados con los bebés y los niños, por ejemplo: se forrarán los que fabrican dentaduras postizas y audífonos y por el contrario se arruinarán los fabricantes de chupetes y sonajeros. Sea como fuere lo que queda demostrado de forma irrefutable es que este no será país para niños.

Pero es más, queridos lectores, si los que manejan los hilos lo consiguen, y van por el buen camino, puede que de los 2,5 millones que tienen que desaparecer la mayoría sean pobres, con lo cual podemos abandonar la lucha contra la pobreza porque los sin recursos irán cayendo como moscas, de momento deben conseguir que no se les vea, por eso multan la mendicidad con cantidades astronómicas ( a ver quién las paga) y preparan una ley mordaza para que no se quejen, porque los pobres normalmente pasan desapercibidos pero cuando son tantos y se ponen tan pesaditos algo se tiene que hacer para que la banda de la gomina se fume sus puros tranquilamente.

Si a todo esto le añadimos que por ley, basta un loco Real Decreto de estos a los que nos tienen acostumbrados, los pocos que nazcan lo deben de hacer en familias acomodadas que les puedan pagar el médico y una buena educación, se conseguirá una ecuación casi perfecta : morirán más pobres y nacerán más ricos, luego el mundo será cada vez mejor porque en unos cuantos lustros solo habrá ricos. ¡Chúpate esa Caritas y demás voluntarios de las ONG!. Vosotros tan preocupados por la pobreza y currando a tope para que nadie pase hambre, cuando al final en los comedores sociales se servirá solo caviar de Beluga regado con Don Pérignon, y tendrán todos tres estrellas Michelin.

Ahora me explico, torpe y lento de mí, por qué están desmontado los servicios sociales, ¿quién los va a usar?, o para qué mantener educación y sanidad públicas si todo el mundo se las podrá pagar, o para qué sostener este sistema de pensiones cuando todos tendrán su millonario plan privado, y por supuesto ni un céntimo a dependencia, los papás ricos correrán con todos los gastos, el dinero saldrá por las orejas y los pobres y mendigos serán un triste recuerdo del pasado, como Naranjito la mascota del Mundial de España del 82.

Para qué mantener derechos laborales si, siguiendo la curva que nos brinda la gente del INE y ajustando cuatro cosas, los que queden serán todos jefes y a los jefes no les dice nadie lo que tienen que hacer, ¡faltaría más! Madre mía, qué locura, no es que se vean brotes verdes es que se ven campos enteros de billetes de 200 euros, no es que se vea la luz al final del túnel, es que nos dirigimos directamente al sol montados en un Ferrari descapotable.

Aunque dándole dos vueltas al tema, veo difícil que un país solo de ricos pueda durar mucho, de hecho creo que los ricos, aunque lo disimulan muy bien, necesitan un numero grande de pobres para que limpien sus mansiones, cuiden de sus hijos, arreglen sus coches, cocinen para ellos o les laven la ropa. Cuando lleguen a ese punto quitarán las cuchillas de las fronteras y dejaran pasar pobres de otros países, les cuesta aceptarlo pero saben que no pueden vivir sin ellos.

conderechoareplicamenorca@gmail.com