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En España, a pesar de la pretendida recuperación, el número de parados es muy elevado aun, estamos por encima de 24 por ciento, y los nuevos trabajos creados son en general trabajos a tiempo parcial y sin que se resuelvan la mala situación de quienes están pagando por la crisis. La indignación aumenta sobre todo al ir oyendo las historias de lo mucho que abusaron algunos, esos que a la vez que abusaban recomendaban apretarse el cinturón a los demás para salvar la economía del país.

Aunque muchos cristianos de a pie están seriamente involucrados en ayudar a quienes tienen serias dificultades en sobrevivir esta situación económica, poco o nada se oye de la jerarquía eclesiástica, tan propicia a hacer declaraciones sobre el aborto y el matrimonio gay.

Me sorprendió un poco el otro día, cuando oí de pasada y sin fijarme unas declaraciones de una monja diciendo: «Trabajo con mucha gente que no pueden pagar el alquiler de su casa. Están trabajando a tiempo completo pero no cobran un salario que les permita vivir.

Muchas personas trabajan a tiempo parcial y sin beneficios. Si tienen una enfermedad o sufren interrupción laboral por cualquier causa, la gente se queda sin nada». Al fijarme en quién había dicho esto, vi que era la hermana Marie Mackenna de Chicago. No, no hablaba de la situación en España sino de la situación en Estados Unidos. Curiosamente, la situación en Estados Unidos se considera mala cuando está con un 5.9 por ciento de desempleo y el salario mínimo diario es de 58 dólares, unos 48 euros, en España es de 21,51 euros. Ahora mismo en EEUU se está luchando de cara a las elecciones por un aumento del salario mínimo, al que se oponen los republicanos.

Pero volviendo a la hermana Marie Mackenna. resulta que ella es una de las monjas activistas sociales del grupo llamado Nuns on the Bus, monjas en el autobús. Es un grupo de monjas católicas que están actuando activamente en cuestiones político-sociales yendo en autobús de ciudad en ciudad alertando a los ciudadanos de algunos problemas sociales.

EL GRUPO NACIÓ EN EL AÑO 2012, fue una reacción a la propuesta de presupuesto que proponía los republicanos liderados por Paul Ryan. El presupuesto penalizaba el ser pobre. Para muchos republicanos la pobreza es culpa del individuo que es pobre, ya que según ellos el país ofrece buenas oportunidades a todos y si no se aprovechan es que eres un vago.

Algunas versiones del cristianismo del sur ve como positivo lo de ser rico y el ganar mucho dinero como algo bueno. Los mismos predicadores de las llamadas Mega-churchs, grandes iglesias, suelen tener unos sueldo de banqueros. Uno se pregunta a veces qué tiene que ver lo que predican con lo que dijo Jesús de Nazaret, pero claro, qué importa eso.

Ese grupo de monjas en autobús reaccionó ante la actitud de las propuestas de más recortes sociales y salió a proponer una agenda basada en la justicia social. Se las ve siempre felices y contentas y con un gran dinamismo. En el año 2013, su objetivo fue la inmigración, pidiendo que se garanticen los derechos básicos a los inmigrantes. Este año, con elecciones esta semana, su objetivo es concienciar a la gente que tiene que votar y a ayudar a registrar a los posibles votantes.

Un objetivo de los republicanos cara las elecciones es la de poner condiciones para votar que en la práctica reduzcan el número de votantes de bajo nivel económico. Así se pueden asegurar más votos para su partido. La labor de esas monjas es informar y ayudar a que vote el máximo número de personas. En una encuesta hecha el junio pasado, casi un 60 por ciento de los encuestado ignoraba que estábamos en año de elecciones.

La movilización de esas monjas y su participación directa en estas actividades ciudadanas da una visión esperanzadora de regeneración del papel de una iglesia que se ha ido alejando de la sociedad. Esperemos que un beneficio de la crisis sea el aumentar esa concienciación y ver en España desarrollarse actividades como las de estas monjas americanas.