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VIERNES, 28
Conmocionado por el goteo de revelaciones sobre el avión siniestrado, leo un artículo («El factor humano», «El País») de Luis Lacasa, comandante de A340 y decano del Colegio de Pilotos, que ofrece un punto de vista interesante: «La tendencia de las autoridades aeronáuticas a consentir que el mercado regule, da lugar a un nuevo mapa de ruta para la profesión de piloto, desarmándola de sus fortalezas tradicionales…». «Hoy día, las aerolíneas, empujadas por el mercado sacan de juego a los más expertos e incorporan perfiles con una formación menos consistente y mercantilizada, acceden a la profesión con menos experiencia, ejercen en un contexto operacional más complejo y reciben un entrenamiento ajustado al mínimo que marcan la Ley y los presupuestos… «. Y concluye: «Solo la suma de todas las barreras preventivas y su adecuada implementación harán que la aviación sea un medio de transporte más seguro. Pero si queremos alcanzar este objetivo habrá que revisar los cambios que se han introducido en una profesión que exige una alta cualificación y preparación por su vinculación directa con la seguridad de las personas».

Pido disculpas por tan larga cita, pero la idea que subyace me parece crucial, y es la de poner en cuestión el dogma neoliberal de que lo privado que escatima es más eficiente que lo público que despilfarra. ¿También en sanidad, educación… y seguridad? Por otra parte nuestro país vecino, Francia, ha dado una lección magistral de eficiencia funcionarial, servicio público por excelencia.

DOMINGO, 29
Luz y color en el Po-de-Mô cuando, un tanto desorientado por el cambio horario, vuelvo a casa con mis ensaimadas domingueras. Gozoso deslumbramiento al dirigir la mirada hacia la Illa del Rei, nimbada de fuego y pepitas de oro. La primavera ha llegado, anoche lo anunciaban dos soberbios actores en el Principal: Héctor Alterio y Lola Herrera ven la muerte de cerca pero anuncian su vuelta a la magia del estanque dorado en busca de otro amanecer.

Orgía arrocera con Rubén y José en su Fosquet frente a la Illa del Rei, y es que no consigo (ni quiero) escaparme del paisaje de mi vida, solo en ese paraje consigo entenderme, y uno está ya en edad de releer, revisitar... Luz y cielo se confunden en un mix que canta por si solo a la primavera. Pergeñamos planes de Camí de Cavalls y voto por el que lleva de Cala Mitjana a Trebaluger, quizá un día de estos. Y es que empezamos a dejar atrás un invierno largo, demasiado húmedo, gris y melancólico, rasgado por los violones de la tramontana.

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En un paréntesis, observo con nostalgia enrabietada el edificio de Rocamar (¿quién, cómo se ha permitido semejante abandono?), el más legendario de los restaurantes del puerto, el primero que logró sacar de sus casas a la burguesía mahonesa a la hora de comer, y ¡Oh efecto magdalena!, rememoramos aquellas deliciosas e innovadoras berenjenas rellenas de mero mientras sonaba el piano de Ruper, Toni se disponía a entonar «Granada» y Marga preparaba los postres en su hornacina mágica…

LUNES, 30
Flores de todos los colores y aromas en el jardín, los nísperos del arbolito empiezan a hincharse voluptuosamente, «Allen» se mueve inquieto. Sensaciones primaverales. Pero hay otras intuiciones que recojo de aquí y de allá. Me lo dicen restauradores y comerciantes: algo se está moviendo, advierten una incipiente pero cierta alegría consumista. Bien, hay que alegrarse, aunque me temo que no le sea suficiente al atribulado y atolondrado Rajoy, groggy por el fuego amigo de sus corruptos.

También constato la sensación de que Pedro Sánchez resiste, el globo anticasta se deshincha, pero no así el de Ciutadans / Ciudadanos, una derecha civilizada (les falta modular su discurso anticatalanista), que parece que ha venido para quedarse y pegarle dentellada al electorado de centro que es el que suele ganar las elecciones. Habrá fragmentación pero seguramente no tanta como se preveía. Veremos.

MARTES, 31
Mucha coña marinera con mi primer teléfono inteligente (lo llamaría más bien artilugio envolvente), empezando por el empleado, que mira con sonrisa irónica al calvo rezongador. Cautivo y descuajeringado mi modesto aparatito con el que después de muchos años había aprendido a mandar laboriosos sms cuando gana el Barça, me veo deslizando el dedo con cara de avezado cibernauta (uno es buen actor desde que las monjas de Es Cós lo vistieron de madridista). Ya estoy en la cofradía, aunque sin whatsappear más que en defensa propia.

MIÉRCOLES, 1
Recibo un e-mail del GOB en el que se da cuenta del espectacular giro en las obras de la carretera general en honor a la candidatura de la Menorca Talayótica a Patrimonio de la Humanidad: rotondas en forma de macro taules, supresión de la de Biniai, y en sus casats, una ecoaldea autosostenible para música de viento… Notas celestiales en es dia d'enganar.