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La mujer es sin duda un ser de más entidad que el hombre. Más templada, más tolerante, más sufrida, más comprensible... Mientras el macho es el sexo fuerte, por su recia animalidad, la hembra lo es en el apartado de la espiritualidad, y por lo tanto, aderezada con más virtudes... No es la mujer de todos modos perfecta, tiene también sus lagunas. Y a ellas me remito hoy con audacia, ya que posiblemente saldré lastimado en mi empresa. Pero, se me incrustaron en la cabeza algunas de sus carencias y aquí estoy dispuesto a denunciarlas, en espera de que mi pluma no se convierta en un boomerang que me tumbe a su regreso.

El fútbol es al hombre lo que las vestimentas, los abalorios y los afeites son a las mujeres...Cada sexo tiene su deporte. Diríamos que la hormona de la mujer es más mona, más galana, mientras la del hombre es más ruda,... más mono. Es natural que una mujer se tiña el pelo de color zanahoria y que un hombre esté horas y horas contemplando como individualmente o por grupos pugnan en los deportes por una pelota. Dos rasgos que la naturaleza avala y por lo tanto irreprochables.

...Recelo cada vez más acerca del artículo que estoy pergeñando,...y es que me acaba de comunicar mi hija que ni de coña está de acuerdo con mi idea. Pero ya está prácticamente ultimado, ¿no voy ahora a retraerme? Además gozo del anonimato. Nadie me señalará, aquí, con el dedo,...salvo mi mujer y mi hija.

...Bueno, al grano.

Considero a la mujer culpable de que aún perdure un régimen tan absurdo como la monarquía. Tiene ella una suerte de frivolidad, de novelería, que le lleva a interesarse por la pompa y el glamour en demasía... Es decir, si no formaran hileras para ver a los reyes ni compraran millones de revistas que los entronizan, posiblemente el país se hubiera convertido ya en una República...

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Tiene también participaciones de culpabilidad en que la tele basura esté en su apogeo. Le encanta la trivialidad y la gansada humana como pasatiempo. Y cuanto más trivial es, más le seduce el programa...

Debo puntualizar que lo que achaco a las mujeres, lo fomentan también los hombres, aunque en un porcentaje bastante inferior...

No es mi intención maquillar esta diatriba, pero el secuestro -sesgado- secular de la mujer por parte del hombre, su exclusión del área de la cultura –exentas ya las nuevas generaciones-, y por otra parte su tierno engranaje hormonal, proponiendo ciertas distracciones estrafalarias como deporte, son atenuantes a considerar en favor de su psicología.

Hoy en mi casa no me dan de comer.

florenciohdez@hotmail.com