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Qué falta de piel, Floriano. Ya lo apuntabas, con certeza de visionario, en el emocionante vídeo donde con remarcable naturalidad y franca campechanía manteníais tú y los tuyos una distendida charla entre colegas de cúpula en la que concedíais con enternecedoras muestras de empatía vuestro perdón al pueblo llano, desorientado y engañado por las apariencias, que os empezaba a hacer reproches, desde todo punto injustificados oyes, pero tan entendibles como puedan ser los del niño a quien papá retira la bandeja de chocolatinas por su propio bien y no tiene aún uso de razón homologado como para reconocer en la protección paternal de que ha sido objeto, un bien de incalculable valor que debería agradecer.

Estoy contigo Floriano, tenías más razón que un santo: faltaba piel en ese equipazo de líderes,como lo demuestra su falta de escrúpulos a la hora de despellejarte a la primera de cambio, a pesar de haber entregado a la causa lo mejor de ti mismo cuando sin inmutarte comulgabas con ruedas de molino como pocos hubieran tenido el coraje de hacer, o cuando, obediente, repetías consignas bastante traídas por los pelos con el entusiasmo de un boy scout u ofrecías otros servicios de pareja valía.

Pero en fin, Floriano, quizás adolezca yo también de cierta falta de piel, pues te confieso que lo que en realidad me preocupa actualmente viene siendo más el puerto de Mahón y su futuro que tu desfloramiento, espero que me perdones, pero es que del puerto saco yo las habichuelas, y además, te voy a confesar que le tengo cierto cariño por haber vivido en él los mejores años de mi vida y porque me gustaría seguir disfrutando de sus encantos sin sufrir mayores sobresaltos.

Imagino que a ti todo esto te importará un pito, ya tienes tus propias preocupaciones, pero insisto en contarte mis cuitas, en calidad rogativa, ya que te tengo por mártir y santo.

Pues bien, mi preocupación nace de que este año no parece que vaya a haber continuidad con los jueves musicales en el puerto. Tengo que informarte, ya que no vives por aquí, de que la caja de los restaurantes de la zona se va a resentir por el abandono de tal programa.

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Quizás te preguntes por qué se ha paralizado este año la edición del evento al que hago mención.

Te cuento. Por lo que he podido deducir, el gobierno municipal anterior no tenía garantías de continuidad (intuición confirmada, como ya sabes), y por otro lado no encontraban unanimidad entre los empresarios de la zona. Sobre el primer extremo nada cabe reprochar, el pueblo habló; sobre el segundo diría que quizás bastase a dichos empresarios cotejar las cajas de los jueves del año pasado con las de los jueves del corriente para valorar si sus reticencias están justificadas u obedecen al mismo tipo de empecinamiento que hacía renegar de la peatonalización a sus colegas del centro de nuestra ciudad que ahora están tan encantados con aquella- en su día impopular- medida.

Me propongo, Floriano, a ver que te parece, pedir a los nuevos responsables de la cosa pública que atenderán los intereses del puerto de Mahón, que se apliquen a la tarea de continuar insuflando energía en forma de iniciativas y facilidades para el puerto, ya que recordarán que no hace muchas lunas estaba el paciente postrado en la UVI a punto de palmarla y se consiguió con medidas arriesgadas y a veces contestadas detener, al menos, la hemorragia. Si volvemos a dejar al enfermo olvidado en su cama, sin asistencia, no tardará en recaer. Y recordemos los efectos de la inacción a la espera de informes y más informes indefinidamente aplazados como ha sucedido tantas veces en el pasado. Consolidados en el centro los martes musicales con el apoyo del nuevo equipo, no veo razón para abandonar los jueves del puerto.

Puestos a pedir, me gustaría Floriano que tanto la sociedad civil, incluida la prensa local, como los nuevos responsables municipales se hagan el año próximo un eco un poco más entusiasta de los eventos que tantos beneficios aportan al puerto y a la ciudad de Mahón (con inversiones irrelevantes, recordémoslo) como ha sido la regata Maxi y como lo será la regata Panerai (desgraciadamente bianual a partir del año próximo), y que no se olviden de las previstas conexiones puerto/ciudad, para que no pase como con el ascensor de Llevant, cuyo proyecto permaneció hibernado casi tanto tiempo como Walt Disney.

También, y si no excede tu potestad, me gustaría pedirte que lloviese algunas mañanas del mes de agosto, nunca a la hora de la cena (lo primero beneficia a mi negoció lo segundo supone un marrón impresionante), a la vez que sugiero que haga sol durante las fiestas de Gracia, pero con algunas nubes blancas que mitiguen el todavía para entonces potente fragor de nuestra estrella favorita.

Y te dejo ya, Floriano, imagino cuántas peticiones tendrás que atender estos días.