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La última semana de junio ha sido la mejor semana de Obama en mucho tiempo. Con su continua batalla con los republicanos, Obama se ve constantemente bajo ataques, aunque él es bastante hábil en salir bien en muchos casos de las múltiples estupideces que a veces se le acusa. Pero las continuas mentiras hacen mella aunque parezca imposible.

El primer éxito de Obama ha sido que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó la decisión de un tribunal que había declarado inconstitucionales los subsidios del Estado para los 6 millones de americanos que se incorporar a la reforma de la seguridad médica de Obama. El llamado Obamacare es ahora legal.

Obama en el instante en que se enteró de la aprobación del Obamacare por el Tribunal Supremo
Obama en el instante en que se enteró de la aprobación del Obamacare por el Tribunal Supremo

Los Republicanos habían llevado a los tribunales la legislación de Obama. Mientras seguía el proceso más y más americanos se apuntaron a estos servicios médicos. De forma que los republicanos por una parte protestan de la decisión por «limitar el ejercicio de libre mercado» pero por otra respiran tranquilos ya que habían tantos votantes que finalmente se beneficiaban de la ley que ellos perderían muchos votos.

Curiosamente, lo que llamaban libre mercado está formado por una pocas compañías de seguros médicos que de hecho controlan los precios. Así el coste de la medicina en Estados Unidos es el más alto de todos los países de la OCDE. Pero claro esas pocas compañías son donantes importantes a los fondos electorales de los Republicanos.

Para el Presidente Obama fue una victoria importante ya que esta reforma de la seguridad médica es uno de sus programas estrella que a beneficiado a millones de americanos que no tenían cobertura médica.

El segundo éxito de Obama fue también debido al Tribunal Supremo, que aprobó el matrimonio de homosexuales. Esto si fue una bomba de los Republicanos que luchaban por que no se aprobara este tipo de leyes en los Estados. Ellos luchaban por mantener el llamado «matrimonio tradicional».

Pero, ¿cuál es el «matrimonio tradicional»? Los republicanos siempre usan la Biblia de referencia para todos sus asuntos. Miremos la Biblia y veamos que tipo de matrimonio presenta. En general vemos en el Antiguo Testamento que la forma de matrimonio más común es la poligamia con la adición de concubinas. Podemos mirar algunos ejemplos.

De Salomón dice: "Y tuvo setecientas mujeres que eran princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón» (1 Reyes 1-3). Imagino que con tanta mujer no solo fue el corazón lo que se le desvió al pobre. De David nos dicen: «A David le nacieron hijos en Hebrón; su primogénito fue Amnón, hijo de Ahinoam la jezrealita» (2 Samuel 3:2-5), y más adelante: «Después que vino de Hebrón, David tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén; y le nacieron a David más hijos e hijas» (2 Samuel 5:13-16).

En 2 Crónicas 11:21, leemos: «Y amó Roboam a Maaca, hija de Absalón, más que a todas sus otras mujeres y concubinas. Porque había tomado dieciocho mujeres y sesenta concubinas y engendró a veintiocho hijos y sesenta hijas». Así podríamos seguir con múltiples ejemplos.

En el Nuevo Testamento no se encuentran prácticamente afirmaciones sobre el matrimonio y seguro no hubo condena de ese «matrimonio tradicional». Si pasamos a los paganos, el matrimonio era más moderado pero se usaba para alianzas entre familias. Poco o nada podían decir las mujeres sobre ello, los padres decidían. Fue ya en el siglo XIX cuando se empezó a llegar a una igualdad de género.

Así, ¿cuál es el matrimonio tradicional? Para mucho lo tradicional es lo que había cuando eran niños y no se dan cuenta que estas tradiciones cambian siempre con el tiempo.

Un tercer éxito de Obama fue el discurso que hizo en el funeral de los afroamericanos asesinados en Charleston. Su habilidad oratoria siempre ha sido grande, pero en este caso se superó a si mismo en un tema como el de los ataques sistemáticos a afroamericanos en el que él tiene una clara posición.

En resumen, una buena semana para Obama cuya valoración en las en cuestas ha subido por encima del 50 por ciento.