Alberto Núñez Feijóo, xunto ao ministro de Asuntos Exteriores e Cooperación, José Manuel García-Margallo, e o alto comisionado do Goberno para a Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, clausurará a xornada Marca España: un esforzo conxunto cara a unha industria innovadora e global. Asistirá, tamén, o conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde.

TW
0

Cuando era joven y el gobierno de España no tenía la pretensión de ser democrático, nos decían que España era una unidad con destino en lo universal. La primera parte, la unidad, estaba clara y quien no lo creía recibía porrazos. La segunda parte me parece que nadie sabía lo que quería decir exactamente, pero sonaba bien. Tenía un cierto sentido poético con nostalgias imperiales.

Ahora para el gobierno de los herederos y que pretende ser democrático, España es solo una marca. Nos hablan de la marca España como algo clave en la política exterior española y que a mi solo me suena a que quieren vender a nuestra España a cachitos a los inversores internacionales.

Para el ministro de asuntos exteriores la marca España es muy importante. Para él, parece que el mayor problema de la política exterior es Cataluña y nos advierte constantemente cómo el independentismo deteriora la marca España. Últimamente parece que también el populismo es muy malo para la marca.

YO SIGO MÁS O MENOS a la prensa de Estados Unidos y no he visto en ella nada sobre estos dos grandes problemas que según el ministro afectan a la marca. La cosa no es sorprendente ya que en Estados Unidos hay muy poco interés y gran ignorancia de lo que pasa más allá de sus fronteras. Me gustaría saber cuántos americanos tienen idea de dónde está Cataluña. Por otra parte, mi análisis de la prensa está lejos de ser exhaustivo y puedo no haber visto algunos reportajes.

Curiosamente y en las últimas semanas sí ha habido tres noticias de España que he visto filtrarse y recibir atención en Estados Unidos. Ninguna de las tres en tono positivo y probablemente afecten negativamente a la marca España, aunque el señor ministro de Exteriores nada haya dicho de ello.

La primera noticia ha sido la ya famosa visita de Rato al ministro del Interior. Se ha dicho tanto sobre ello que no vale la pena añadir nada aquí. Yo creo que como mínimo el ministro no hizo una demostración de inteligencia en ese asunto. La carencia de esta facultad ya la ha demostrado este ministro en múltiples ocasiones. Ciertamente la evaluación exterior de la famosa visita no ha sido muy favorable a la marca España.

La segunda ha sido la multa impuesta a una señora en Alicante por haber puesto en Facebook una foto de un coche de la Policía aparcado en un aparcamiento para minusválidos. Esa foto, que si la Policía nada hubiera hecho se hubiera quedado en el circulo de amigos de esta señora, ha dado ahora la vuelta al mundo. La multa ha conseguido varias cosas. Primero, dar un claro ejemplo de por qué la ley mordaza se llama así. Como subtitula la presa americana: «En España hay una nueva extraña ley mordaza que se usa aún en formas más extrañas». Segundo, demostrar la falta de inteligencia de quien ha puesto la multa en defensa del honor de la Policía que ha conseguido dejar mal a la Policía española en todo el mundo.

Le tercera noticia aparecida en USA ha sido la muerte de nueve personas en los encierros estivales. Cifra ya superada llegando a doce en los últimos días. Los argumentos que se dan para defender estos festejos es que son tradicionales. También eran festejos tradicionales para los romanos el condenar a los cristianos a las fieras en el circo y para los medievales el quemar herejes y judíos en la plaza pública. Lo que muestra que el ser tradicional no es necesariamente un buen argumento. Se puede discutir desde muchos puntos de vista el sentido de estos encierros, pero lo que no se puede discutir es la necesidad de aumentar las medidas de seguridad, que debería ser una prioridad para las autoridades que organizan estos actos. Si hubiera habido 12 muertos por un ataque terrorista, el ministro del Interior hubiera declarado alerta de todos los colorines y puesto policías en todas las calles. Pero nada he oído de las autoridades.

No sé si estas noticias habrán afectado la marca España, pero no hemos quedado muy bien los españoles. No aparecemos como un pueblo muy inteligente.