TW

Hola, chicas.

Dado que este año visitáis algún que otro pueblo concienciado del machismo imperante, os envío este mail para ayudaros a paliar vuestra inexperiencia en estas lides. Ahora que sabemos que el atribulado San José, resignado a miles de chanzas palomeras, hubiera preferido una niña, no podemos menos que congratularnos de que los famosos reyes de Oriente que tanto hicieron para configurar nuestro pensamiento mítico, en realidad fueran reinas. Y también nos alegramos de que los belenes de esos pueblos militantes se hayan llenado de pastoras, caganeres, carpinteras etcétera, mientras San José le da el biberón a la criatura y María está de tertulia con las amigas bajo un cartel de «Stop desahucios»…

Lo que quiero explicaros es que no os llaméis a engaño sobre la sobrevenida sensibilidad feminista de nuestra sociedad. En realidad no es más que una grotesca gesticulación ante la brecha salarial entre hombres y mujeres y las atrocidades perpetradas diariamente por machos cabríos en celo (cabrones sin ambages), que no dejarán de ejercer por muchas niñas jesusas y reinas magas que inunden los nuevos belenes progres. Y la situación no va a cambiar entre otras cosas porque a las gentes de orden les pareció que enseñar la igualdad de géneros en los colegios era un peligroso adoctrinamiento digno de Goebbels y suprimieron de un plumazo una asignatura tan bien concebida por intelectuales de prestigio como mal implementada por los radicales de guardia.

Pero no quería ponerme tan serio en estos prolegómenos de la gran fiesta infantil de estos días, en ilusionada espera por ver la carita de Inés cuando acuda a casa y compruebe el resultado de vuestra singular visita. A mí, que me hubiera gustado tanto poderle pedirle los regalos a la reina Sigrid de Thule, la compañera sentimental de mi idolatrado Capitán Trueno, tuve que conformarme con el plasta del rey Melchor que me traía bicicletas de segunda mano, balones de trapo y revólveres de cartón piedra, el muy austero, además de carbón, siempre algo de carbón para que no me creyera lo buen chico que las monjas decían que era (antes de caer en desgracia, lustros después).

Noticias relacionadas

Ahora que soy mayor y ya no juego tanto con cowboys, aunque siga devorando películas del Oeste y solo use bicicleta estática, mis peticiones son algo distintas, como que lancéis toneladas de carbón (no solamente alegórico) sobre esos locos califas del desierto que de vez en cuando nos envían a sus siniestros emisarios para atemorizarnos, cuando bastante lo estamos ya con la devaluación del nivel de vida a que nos han llevado los manejos de banqueros y financieros que son los que de verdad controlan el mundo. Podríais repartir ejemplares de un trhiller económico («Montecristo» de Martin Suter, Libros del Asteroide) que lo explica en ficción mucho mejor que en la realidad, mediatizada ésta por medios de comunicación sobornados por sus dueños y/o acreedores.

En cuanto a los políticos de nuestro país de países, les podéis regalar la colección completa de Borgen, la serie televisiva danesa que también explica, mejor que sesudos sermones, el arte de la filigrana política, la finezza necesaria para llegar a acuerdos que precisan menos líneas rojas, menos unidades inquebrantables de la patria, menos protagonismos personales y más capacidad de renuncia, como nos enseñó en su día Hans Magnus Enzensberger en su ensayo «Los héroes de la retirada», dedicado a políticos que supieron dar un paso atrás y salirse del escenario en el momento adecuado. ¿Serían capaces de entenderlo y aplicarlo Artur Mas, Mariano Rajoy y Susana Díaz por poner unos ejemplos sangrantes, aunque lo de héroes suene a sarcasmo en un mesiánico, un pasmado y una intrigante? Quizás la solución al actual galimatías vendría por ahí…

Y nos queda nuestra amada Reserva de la Biosfera, para la que os pediría un definitivo proyecto de carretera general (veo a las autoridades un tanto confusas al respecto) con las rotondas justas (algunas menos que las previstas en el proyecto inicial) para una circulación fluida, una seguridad razonable y el mínimo deterioro paisajístico, es decir, la cuadratura del círculo, pero para eso sois reinas magas, razón por la cual os pido también un arreglo satisfactorio de ese transporte aéreo que sin ninguna duda ofega Menorca y también para el traído y llevado PTI que debe ser la piedra filosofal que aúne la necesaria protección del territorio sin ofegar un crecimiento razonable. Ah! Y larga vida a «Es Diari», indispensable factor de cohesión social en la isla.

Para mi os pediría seguir teniendo cosas que decir, ganas de escribirlas y saber decirlas bien o por lo menos con cierta gracia, así como un crecimiento prostático sostenible, un sabio control de michelines, fortaleza hepática para seguir dándole al buen vino y por qué no, otra champions para que el mejor club del siglo XXI continúe siéndolo un tiempito más…