TW

Hoy se prevé que todos los grupos políticos en el Parlament aprueben reclamar a Madrid modificar el Régimen Especial de Balears e implantar una tarifa plana de 30 euros en los vuelos entre islas. Una reivindicación histórica y justa que significaría sustituir el actual descuento por residente y obligaría al Gobierno central a pagar 5 millones más al año para mejorar el transporte aéreo. Pero no tenemos aún gobierno. Los partidos de las Islas quieren adelantar faena y prepararse para cuando se constituya, pero lo cierto es que ese callejón sin salida en el que se ha convertido la política nacional empieza a tener sus consecuencias en otros niveles de la Administración.

Están encallados los fondos para las depuradoras, sigue pendiente un nuevo modelo de financiación, y el Govern tampoco puede renegociar su deuda con la Administración central; aquí nadie quiere ahora ponerse a hablar de cosas trascendentales y mucho menos firmarlas, la interinidad se ha instalado en los despachos. Descendiendo al nivel insular, si Palma no reduce deuda o no cobra, tampoco llegará a Menorca el dinero para actuaciones que acumulan años de retraso, como es el centro de interpretación de la Reserva de Biosfera en S'Enclusa.

Noticias relacionadas

La maquinaria va por inercia, incluso parecía que la clase política podía tomarse unas vacaciones y tardar en regresar, pero no es así, hay que tomar decisiones.

El parón no solo afecta a los grandes proyectos, en nuestra pequeña escala cotidiana hay gente que ya lo está notando, sobre todo aquellos que dependen de lo público, con puestos de trabajo que no se hacen fijos y retrasos en el abono de la parte de la paga extra pendiente de 2012 por ejemplo. Perdemos fuelle y es necesario ya que aparquen ambiciones personales y salgamos de la incertidumbre.