TW

Sería más fácil si las cosas estuvieran quietas, estáticas… en lugar de pasar y transformarse continuamente sin nuestro consentimiento, como decía el maestro Bauman. Es verdad que a cambio de tan hierática tranquilidad, todo sería más aburrido.

Por eso resulta tan difícil comprender lo que sucede en cada momento histórico; lo que nos sucede, en definitiva, a todos, para bien o para mal o para regular. Interpretamos los hechos a toro pasado, y así cualquiera es profeta en su tierra y parte del extranjero. Para comprender los asuntos humanos necesitamos perspectiva y prospectiva. Memoria para recordar de dónde venimos e imaginación para anticipar lo que pueda venir. Evitando caminar erráticos, reaccionando de forma visceral ante los caóticos acontecimientos. La inteligencia es hoy más necesaria que nunca para poner orden, racionalidad y adaptación a la realidad pura y dura. También para moldear en lo posible lo que queremos llegar a ser.

Noticias relacionadas

Hay muchas inteligencias, al igual que hay muchas tonterías. No deberíamos utilizar nuestras capacidades solo en asuntos de vida o muerte. Ni esperar a lamentarnos amargamente cuando la situación ya no tenga remedio. Pensemos con cuidado y rigor antes de que el mañana que no queremos, se nos eche encima y nos imponga sus fatídicas normas o dictados.

Dice el refranero menorquín: «Per Sant Antoni, una passa de dimoni». Imitemos a la naturaleza y vayamos poco a poco hacia la luz.