Vamos, José Luis, prepara la maleta que nos vamos. Pero no a Torrevieja como el año pasado, al apartamento de tu hermana, que este año lo ha puesto en Airbnb y lo alquila a turistas franceses por un pastón. Prepara la maleta, José Luis, porque nos vamos directamente a la Luna. Ya sabes que de siempre me ha molado mogollón Stephen Hawking y ha dicho que nos piremos de la Tierra pero ya. Y no por huir de los homófobos que aprovechan la celebración del Día del Orgullo, para soltar sus chorradas. Ni porque la vieja guardia intelectual ataque por igual al feminismo que a Gloria Fuertes, Javier Marías y Pérez Reverte excelentes escritores con opiniones del XIX. Ni siquiera por la vergüenza que da esta insolidaria Europa que deja morir en el mismo mar en el que ella veranea, a miles de personas que buscan refugio.
No es por eso, José Luis, es porque mi científico favorito ha dicho: «El cambio climático, los choques de asteroides cada vez más frecuentes, las epidemias y el aumento acelerado de la población, hacen que el estado de la Tierra sea cada vez más precario». Y mira, mientras este tío, que es listo hasta decir basta, nos dice esto, yo me acuerdo de cuando nuestro presi andaba liándose con no sé qué gilipolleces que decía su primo sobre que era imposible predecir el tiempo en Sevilla para la semana siguiente, solo para negar el cambio climático. Atención spoiler para el primo de Rajoy, la semana que viene en Sevilla hará un calor que te cagas, mírate la página de Aemet, espabilado.
José Luis, niño, si he leído que hasta en la hermosa Menorca, te acuerdas de la luna de miel, que pasote, ha empeorado la calidad del aire. Y que la playa de Son Bou, que buenos paseos nos dimos, perderá 60 metros de arena por culpa del cambio climático. Como se siga calentando el agua el Mediterráneo parecerá un gran jacuzzi tóxico, los menorquines se tendrán que instalar en El Toro y el monasterio de la cima estará en primera línea de mar. Qué locuras, José Luis, qué locuras.
Por cierto, sabes que lo del 'cambio climático' fue un invento del equipo de Ronald Reagan, unos genios de la publicidad a la altura de Risto Mejide, que también veranea en Menorca. Lo que de verdad está pasando es un «calentamiento global del planeta», pero como eso sonaba superchungo, los politiquillos republicanos empezaron a machacar con el término cambio climático, porque un cambio puede ser bueno o malo, y así manipulaban el leguaje y a la opinión pública. Es como ahora, ves las lagrimitas de cocodrilo de los políticos porque Doñana arde, pero ellos fueron los que recortaron en prevención y mantenimiento y, no te olvides, José Luis, los que aprobaron una Ley de Montes, que permite recalificar todo lo que se queme. Qué curioso desde que se aprobó esa ley, se han disparado los incendios. No soy cospiranoica, José Luis, pero huele fatal. Flipa, Paquirrín se ha ofrecido a dar un concierto benéfico para reforestar Doñana, las desgracias nunca vienen solas.
Por cierto, aquello de «salvemos el planeta» es una carajotada, el planeta se va a salvar solo. No tal como lo conocemos, cierto, quizá sea un gran desierto, pero ahí seguirá. Los que nos vamos al pedo, somos nosotros, José Luis, los humanos como especie, y ganado a pulso por berzas y por dóciles. ¿Cómo llevas la maleta niño?, mientras terminas me voy a tomar una cervecita mientras leo el menorca.info, a ver si el tío ese que pone siempre «queridos lectores» ha escrito algo y termina con un «feliz jueves», que falta me hace.
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