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El viernes 7 de octubre de 2016, al día siguiente de una visita del conseller de Educación, Martí March, el titular de portada fue «El colegio de Es Mercadal se construirá en 2018». La información, en páginas interiores, explicaba que «el conseller March anunció ayer que el proyecto del nuevo colegio de Educación Infantil y Primaria de Es Mercadal tendrá una partida reservada en 2017 aunque de menor cuantía, para cuestiones previas como la redacción del proyecto, y que el importe fuerte, que permitirá acometer las obras, queda para 2018, a tenor de las previsiones».

Un año después se desconoce en qué situación se halla la redacción del proyecto básico y de ejecución; el calendario con las fechas de licitación, adjudicación y ejecución de las obras; y, lo más relevante, cuándo y cómo entrará en funcionamiento este reivindicado nuevo centro docente. Todo apunta a que, de no surgir complicaciones en la gestión, ya será el lejano 2020-21, cuando habrá terminado esta legistura del Govern del Pacte.

Pero empieza el nuevo curso y padres y madres exteriorizan su protesta con una pancarta en la antigua escuela de setenta años, inadecuada por la falta de espacio y dos aulas modulares en el patio. Lo más lamentable es que el Ayuntamiento de Es Mercadal debe prestar dos millones de euros al Govern para que construya la escuela, anunciada por el conseller March con un calendario imposible al carecer de la financiación necesaria. El Ejecutivo Armengol se compromete a devolver esta cantidad al municipio en diez años. ¿Ya se ha firmado el convenio?

Mientras, se llevan a cabo actividades escolares en los pasillos, el patio es insuficiente, las clases de psicomotricidad se imparten en una aula de la Escola d'Adults y otro taller debe realizarse en la Escola de Música. Es Mercadal no se lo merece.