Entonces hacían películas del tipo Tarzán de los Monos. Pero el Mono que tenemos en clase es uno de gordo más basto que unas bragas de esparto que una vez se emborrachó de anís y es incapaz de saltar porque cuando le decimos: «¡Mono, coge!» y le tiramos un plátano no sabe atraparlo al vuelo y nos mondamos de risa. El Sabueso nos habla a veces de las antiquísimas técnicas de arar que dice que aún existen en algunas partes, arados romanos con rejas de acero tiradas por mulos o acaso por hombres primitivos que eran fuertes como toros. Y nos enseña cómo prensan los quesos en los predios, con prensas de madera vieja llena de pringue que luego cuando lo untan con aceite manta veces queda una capa de un dedo de mugre, pero dice el Sabueso que dentro los quesos viejos son bocatto di Cardinale, que vete a saber lo que es eso.
Porque el Sabueso dice cosas raras y una vez nos puso un examen sobre el trigo, y yo le puse el trigo es un granito pequeñito que a veces siembran los payeses, y me puso un cero, y yo le dije te vamos a cortar en pedacitos pequeñitos y te vamos a dar de comer a los cerdos, y va y me suspende. En el parque en las jaulas había gorilas con la nariz chata, y también había leones y el Sabueso venga explicar y empeñado en que apuntáramos los nombrecitos, que siempre hay que apuntar nombrecitos, y el de inglés nos pone películas y hasta las putas letritas de debajo están en inglés. Pero los leones no comían moscas, como el que sale en las películas viejas en tecnicolor, pero estaban rodeados de nubes de moscas y tenían melenas. Y las chicas venga chillar como la de música, que nos dijo que a los castrato los capaban para que no les cambiara la voz, y como ella tiene una voz de gallina clueca yo le dije que qué le habían hecho para tener esa voz, y va y me echa de la clase. El Sabueso decía que en el huerto él tenía muchos animales, conejos, gallinas, cerdos, y que los alimentaba con grano y zanahorias y no con piensos porque después saben a pescado. Fin.
