Anuncio de rebajas el viernes negro en nuestro periódico local.

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Hace unos días tuvimos el día de Acción de Gracias. Es una fiesta muy importante en Estados Unidos comparable a la Navidades. Es una celebración familiar y la comida es muy parecida a la de Navidad. Esta fiesta no se ha extendido a otras partes del mundo y mantiene un carácter muy especial.

El dedicar un día al año a hacer memoria de lo que te ha pasado y dar gracias por ello creo que es algo importante. La fiesta la celebran creyentes y no creyentes. Los creyentes dan gracias a su dios y los no creyentes a la vida y a su entorno. Creo que es importante reconocer que hay muchas cosas por las que estar agradecido. Me basta volver la mirada al Mediterráneo y ver cómo sufren y mueren los que aspiran a tener unas vidas como las nuestras para estar profundamente agradecido por la vida que he tenido.

Anuncio de rebajas el viernes negro en nuestro periódico local.

Pero no es solo por haber nacido en ese mundo occidental que podemos estar agradecidos. Tenemos familia y amigos que comparten sus vidas con la nuestra y durante el año hay muchos casos concretos que agradecer a nuestro entorno. El meditar sobre ello te ayuda a valorar lo que tienes y a apreciarlo.

Desgraciadamente cada vez más el énfasis de la fiesta va al pavo que nos comemos más que a los agradecimientos. La sociedad evoluciona hacia una cultura de «nos lo merecemos» sea lo que sea. Ya no se aprecian las pequeñas y grandes cosas que tenemos porque «yo me lo valgo». De nuevo vuelvo la mirada al Mediterráneo, y me pregunto ¿es que aquellas personas se merecen lo que tienen?

Creo que los que vivimos los años de la postguerra en que faltaba lo más elemental aprendimos a valorar las pequeñas cosas que nos daban. La abundancia y el derroche de estos años han hecho que todo pierda su valor.

Y eso me lleva al día siguiente del día de Acción de Gracias, el llamado viernes negro. Este viernes era el día del comienzo de las fiestas de Navidad en Estados Unidos. Aquí las Navidades terminan el mismo día de Navidad, mientras que en España los festejos empiezan más tarde, pero se prologan luego hasta el seis de enero. El viernes después del día de Acción de Gracias llegaba Papá Noel a la ciudad y empezaban las compras de Navidad.

Así se comenzó este día las rebajas para estimular las compras.

El viernes negro se ha ido extendiendo con los años y ahora casi todo el mes de noviembre es viernes negro. Algunos almacenes ya abren el mismo día de Acción de Gracias, rompiendo la tradición para los empleados de ser el día con la familia. Este año por ejemplo, una dependienta de unos almacenes nos dijo que abrieron a las dos de la madrugada del viernes y ya había cola esperando fuera.

Comprar y vender es lo importante en nuestro mundo. Es lo que está cambiando la naturaleza de fiestas como Acción de Gracias y Navidad. Es la obsesión de comprar cualquier cosa que nos apetezca.

Hay que tenerlo todo y más.

Aquí tenemos oportunidades de compra que no se tienen en España.

No he podido evitar la tentación de hacer una foto a un anuncio que aparecía en nuestro periódico local. Es un anuncio a dos páginas completas, pero para que se vea he hecho solo la foto de media página. Como podéis ver, por menos de 1.000 dólares me puedo comprar una ametralladora «Savage», ya su nombre indica bastante. Con ella se puede ir a un supermercado y antes de que nadie se dé cuenta puedes cargarte a una veintena de personas.

Esas compras no es una cosa local de donde vivo. El viernes negro de este año ha batido todos los récords de demandas de permisos de armas en un solo día, la cifra ha sido de 203.086 peticiones.

Eso no es el número de armas que se han comprado este día, ya que con un permiso puedes comprar más de una arma.

La mala costumbre del viernes negro se ha extendido por todo el mundo y la locura de las rebajas se va propagando. Curiosamente la buena costumbre de dar gracias no ha ido a ninguna parte.

Ese es nuestro mundo.