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La fragilidad de un bebé. La fragilidad de un cervatillo. Este vídeo lo compartí en el Facebook de «Supervan Family» un día antes de que Ana Morgade, colaboradora de «El Hormiguero», lo pusiera en su sección. Considero que la cómica desaprovechó el maravilloso vídeo que ofrecieron espontáneamente esta mamá ciervo y su cervatillo. Morgade despacho el vídeo con su sello cómico en un pis-pas, y era para darle su espacio.

Estas imágenes se las debemos a Jessie Larson, una joven -mamá también- que iba por la carretera de Port Orchard, Washington, el 31 de mayo. Aunque el vídeo se ha hecho viral ahora, con un total -por ahora- de 44 mil reproducciones. Me metí en su face y le di las «gracias». Por la sensibilidad de la escena, y por el hecho de que lo hubiera grabado para enseñar al mundo que hay que tener respeto por los animales. Demostró tener sentido común, y sensibilidad en apagar el motor de su coche para no asustar al cervatillo en medio de la carretera, y dejar que su madre sea quien lo encuentre y lo lleve a lugar seguro. Y así fue. Pasó poco tiempo cuando mamá ciervo halla a su pequeño, le lame a modo de beso y lo acaricia con el hocico. Al tiempo que levanta su cuello y dirige su mirada al vehículo como dando las «gracias» por ese detalle del humano de haber parado el coche y no haber ni atropellado, ni asustado, ni tomado en brazos a su cría.

La televisión es un instrumento muy poderoso, es más que una red social en un ordenador o smarthphone. Los que hacen televisión tienen el privilegio de dar palabra, sentido y reflexión a lo que se ve, a la imagen. No hacía falta ver más vídeos que ese, y explicarlo con detalle. Una escena poderosa, con mucha carga emotiva. Un momento que pasa por la angustia, belleza del animal y alegría del reencuentro, e intimidad absoluta en ese amor materno-filial.

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Aprecio que la conductora debió de respetar los límites de velocidad para poder identificar ese montículo de pelo con un cervatillo indefenso. Tuvo buena suerte la cría de ciervo.

Pienso que si la conductora hubiera sido yo mi primera reacción habría sido bajar del auto apresurada, tomar en brazos al cervatillo y llevármelo al GOB. Ahora sé que hay que esperar a que venga su madre. Y si es con el motor apagado mejor, para no asustar.

Otra lectura, la protagoniza la mamá ciervo, el amor inconmensurable hacia su cría al encontrarla, y no reñirla sino que besa con ternura y anima con su morro a levantarse. Así el cervatillo adquiere seguridad con los lametones maternos, levantándose al principio torpemente, luego sus pasos toman seguridad y alegría de saber que está a salvo con su madre. ¿Qué hubiera hecho usted si encuentra a su hijo después de unos minutos de despiste?