TW

Se acabó lo que se daba. En el momento en que en «Es Diari» se inaugura la tradicional ( y artificiosa) polémica Festes de Gràcia versus Festes de la Mare de Déu de Gràcia, que debería formar parte del programa de fiestas, cuando llega ese ladrillo, sé que es la hora de cerrar el chiringuito veraniego, reordenar libros y recortes de prensa, encarar las últimas cenas, ultimar un viajecito, y acabar de leer el novelón que me ha ocupado todo el agosto bajo el ullastre, nada menos que las novecientas y pico páginas del «4 3 2 1» de Paul Auster, todo un ejercicio de lectura dada su exuberante complejidad.

Así que, planteada la situación, me dispongo a rescatar y ordenar los artículos veraniegos que me han ayudado a reflexionar. Es un ejercicio intelectual (el físico es cada día más precario) que durante el curso desarrollo en la Radio de Diana y que ahora me dispongo a plantear aquí como despedida de las colaboraciones de agosto que no del árbol, que mantiene su oferta lectora a pesar de la invasión mosquitera. Bajo su copa he encontrado pequeñas joyas que me han hecho pensar o sonreír, o ambas cosas a la vez, que es el desiderátum que uno ha buscado afanosamente durante toda su vida de articulista. No le ha resultado sencillo al ullastrero pergeñar un espacio alegre y distendido, batallando contra la cada vez más pujante IC (Internacional Cejijunta), pero se ha intentado. Veamos:

Fernando Pinto, juez, en «Es Diari», resalta la frivolidad con que se habla de la pena de prisión y dice que la ciudadanía, alertada por casos mediáticos de especial gravedad reclama medidas contundentes, bajo la falsa creencia de que a mayor contundencia punitiva habrá menos delitos. «Punitivismo» lo llama el juez columnista. No seamos frívolos, enfatiza, cuando hablamos de la pérdida de libertad, despreciarla es tanto como olvidar que somos humanos… Y el ullastrero se pregunta: ¿no se abusa en nuestro país de la prisión preventiva?

También en «Es Diari». Guillem López Casasnovas nos explicaba el modelo turístico islandés, con una economía formal pero con impuestos pagados por las externalidades negativas creadas (sobre carburantes, coches de alquiler y recargos estacionales), con lo cual el gasto del turista no deja de crecer, manteniendo unos valores naturales extraordinarios. Mientras tanto, los nativos se reúnen de fiesta en casas particulares hasta que levantan el vuelo los turistas y bajan los precios…

Comenta Pau Obrador en «Es Diari» las medidas restrictivas del tráfico rodado que se han implementado en Formentera y Menorca y la reacción de los sectores más conservadores, para quienes… «Cuantos más turistas vengan, mejor, prohibir es malo, no podemos poner límites al crecimiento, hemos de ofrecer lo que quieren los turistas, las instituciones públicas han de trabajar para adaptar la oferta a la demanda porque el consumidor siempre tiene razón, si hace falta agua, una desaladora, si hay muchos coches, una autopista, and so on». Todo lo que no vaya en la línea de esos dogmas liberales sería contrario al progreso…

Antoni Puigverd en «La Vanguardia»: «Los niños viven hoy como pollos, en granjas de aprendizaje. Supuestamente aprenden muchas cosas: inglés, ballet, fútbol, oboe. Pero les negamos la aventura, el riesgo y el tiempo muerto. Precisamente porque causa aburrimiento, el tiempo muerto es el motor de la imaginación». Hoy los tiempos muertos están rodeados por alambradas de teclas …

Noticias relacionadas

Y una cita para la sonrisa, «Campeonato del mundo del orgasmo» de Fréderic Beigbeder en la revista «Icon»: «Amigos míos, el momento es grave. La Humanidad se enfrenta a peligros inconmensurables. El mundo está empezando a inclinarse, el Apple Watch va a revolucionar nuestra vida sexual, ya que es capaz de contar los latidos de nuestro corazón, y sabiendo desde Masters y Johnson que el orgasmo duplica nuestras pulsaciones, a partir del relojito delator será posible saber si una mujer simula… La otra noche le pedí a la mía que probara el famoso reloj y se negó: ‘Ah no, ¡eso me desconcentraría, es la mejor manera de no llegar!’. Victoria, concluye el escritor francés: el miedo al fiasco acaba de cambiar de campo».

Así que advertidos estamos. Y unas breves notas finales:

No todas las opiniones son respetables (por lo menos son discutibles), pero sí lo son las personas que las emiten. Luis Alejandre siempre tendrá mi respeto y reconocimiento.

Produce vergüenza ajena el hostigamiento al que ha sido sometido un asiduo visitante de Menorca como Artur Mas, también por sus opiniones políticas.

Que algo no parezca urgente y nunca oportuno después más de cuarenta años de espera no quiere decir que no sea necesario.

Feliz rentrée (que no nos pase nada, amén).