TW

19-II-19 Lunes

Iba a achacar cierta melancolía al hecho de ser lunes, pero rápidamente me doy cuenta de que los jubilados ya no tenemos lunes y que será otra cosa, seguramente el haber acabado la lectura de un libro tan revelador como inquietante, «El camino hacia la no libertad» de Timothy Snyder (Galaxia Gutemberg). No es para menos: el libro, repleto de bibliografía y fuentes de referencia, es una enmienda a la totalidad de aquellas teorías del «fin de la historia» que anunciaban la definitiva victoria de la democracia liberal, instaurándose lo que Snyder llama «política de la inevitabilidad», según la cual ya no habría alternativas.

El derrumbe de esta política por la crisis económica con sus flagrantes desigualdades, deja paso, según el catedrático de la Universidad de Yale, a la «política de la eternidad» que, a falta de un futuro mejor para todos, situaría a un país en el centro de un relato de victimismo cíclico y delirios de grandeza. Según Snyder, Rusia, sería el núcleo originario de estas políticas corrosivas y Trump su bufón...

Mira por donde, Rusia vuelve a ser culpable, como nos contaban en el colegio...

24-II-19 Domingo

Y sigamos contando mentiras como las del experiodista estrella (ha sido fulminado) de la legendaria publicación alemana «Der Spiegel» Claas Relotius quien se inventaba las historias que escribía y consiguió saltarse todas las medidas de control de una publicación de prestigio; Relotius aseguraba haber entrevistado a gente a la que nunca vio y visitado lugares que no pisó. Solo la tozudez de un periodista freelance, Juan Moreno, español criado en Alemania, consiguió desenredar la maraña de engaños del truhán Relotius.

La historia contada en «El País Semanal» pone de manifiesto las dificultades del periodismo serio por mantenerse incontaminado y, por tanto, fiable, en una época en que el concepto de la verdad pierde credibilidad a manos llenas, zarandeado no solo por arribistas estafadores como Relotius sino por políticos sin escrúpulos que hacen de la mentira y la manipulación su divisa.

25-II-19 Lunes

Noticias relacionadas

Las chicas iban al ‘insti’ por la mañana. Nosotros por la tarde en la misma aula. Conocíamos sus ubicaciones, ellas las nuestras, y los fines de semana nos dejábamos notitas en el pupitre. Eran citas para ir juntos al cine, lo único realmente mágico de nuestras pacatas existencias. El cine era una fábrica de sueños y lo fantástico es que lo siga siendo pese a la tremenda competencia del mundo virtual y del cine en casa que, definitivamente, es otra cosa. El cine es la sala a oscuras, compartiendo suspiros, risas y sobresaltos, cine son los comentarios a la salida aún conmovidos por las imágenes, cine es, en fin, aquella mano adolescente tanteando en la oscuridad...

Ayer fue la entrega de los óscars y hoy sintonizo la radio aún de madrugada, expectante, por conocer los premios. Lo siento por la legión de ‘romanos’, ansiosos de premio gordo para la película de Alfonso Cuarón, pero «Green Book», pese a su previsibilidad y blandura, es una buena película con una historia reconocible, de la que sales contento y feliz como cuando eras niño, y no solemnemente aburrido como en aquellas sombrías películas polacas de arte y ensayo que nos tragábamos sumisamente para estar al loro aunque no hubiéramos entendido una palabra. «Roma» atesora indiscutibles valores estéticos, pero carece del mínimo relato...

Y prodigiosa la interpretación de Olivia Colman en «La favorita» a la que auguré un óscar indiscutible en cuanto la disfruté el pasado fin de semana, una película tan extraña como sugerente, la obscena lucha por el poder entre mujeres sin techos de cristal y con hombres patéticamente secundarios... No me atrevo a recomendarla pero no dejen de verla.

26-II-19 Martes

Me llama el director: Bosco ha muerto. Silencio y lágrimas. Luego me pongo a escribir en su honor y me siento mejor.

28-II-19 jueves

Denodados esfuerzos del juez Marchena por conseguir la cuadratura del círculo, quitarle carga política a un juicio inevitablemente político y cargado de emoción (los acusados se juegan muchos años de cárcel y para más de dos millones de catalanes son simplemente héroes). Veo a Rajoy impartiendo una clase magistral de ‘marianismo’: «No sé, no me acuerdo, hablé con mucha gente, con Urkullu también». El abogado Melero, un auténtico tormento para profesionales de la ambigüedad.

Urkullu sí se acuerda de sus múltiples conversaciones de «intermediación», palabra maldita que suena a «relator» y eso nunca, nunca, jamás. Soraya sí ve violencia fuera de las cargas policiales (lo difícil será que Estrasburgo se lo crea), Zoido tampoco se acuerda de gran cosa sobre quién dio la orden de cargar, no se ocupaba de menudencias, como Mariano (continuará).