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Las matronas celebraron su día internacional el 5 de mayo. Desde la asociación balear se aprovechó para alertar del déficit de las plantillas, que se agudizará en cinco años debido a las jubilaciones. En toda España esta especialidad de enfermería necesita más personal, el sindicato SATSE estima que faltan 5.000 matronas y matrones en la sanidad pública. La Associació Balear de Comares cifra en 245 las que trabajan actualmente en la Comunidad y otras 14 están en formación. Sobre este campo está prevista una jornada científica el día 24 en el Hospital Mateu Orfila titulada «Maternidad y matronas: preparación de mente y cuerpo».

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El papel de las comadronas y la maternidad, más o menos intervenida, vuelve a estar en debate. La asociación de matronas del parto en casa de Cataluña aprovechó la última efeméride para reclamar que las mujeres puedan elegir dónde dar a luz «basándose en una decisión informada, libre y sin limitaciones económicas», y en Asturias una mujer que sobrepasaba las 42 semanas de gestación y quería tener a su hijo en casa fue obligada por un juez a dar a luz en el hospital, mediante parto inducido que acabó en cesárea, porque el centro consideró que existía riesgo de muerte para el bebé. ¿Es una medida exagerada? Contraviene los deseos de la madre pero ¿deben éstos imponerse a los criterios médicos?

Las protestas a las puertas del hospital evidenciaron que hay mujeres que desean menos control sobre ese paso en sus vidas, que quieren elegir e incluso que el sistema público pague el parto en casa. No obstante, y pese a que el embarazo y el parto es cierto que en los últimos tiempos se han medicalizado quizás en exceso, no hay que olvidar que el hospital es el entorno más seguro, donde se puede dar respuesta rápida a imprevistos, porque hay dos vidas en juego, y donde además los profesionales se esfuerzan cada vez más en respetar a la paciente. Un naturismo mal entendido puede llevar a consecuencias peligrosas, y no hay que olvidar que hace medio siglo muchos partos eran en casa y también la mortalidad de mujeres y niños era elevada. En cualquier caso, si la demanda de nacer en el domicilio sigue al alza, deberá ser regulada.