TW

Al contrario de lo que ha sucedido en Alaior entre el fracaso de la amalgama de partidos de izquierda, en Maó el PSOE sí ha estado en el lugar oportuno y en el momento adecuado para volver a sellar la hegemonía en el término municipal hasta recuperar la alcaldía que le es tan afín desde que se instaurara la democracia.

Encaramado a la ola nacional triunfadora del partido dirigido por el renacido Pedro Sánchez -de cadáver en su partido a líder más votado de la nación para continuar en la presidencia a la que había accedido por la puerta de atrás-, los socialistas mahoneses han remontado la caída vertiginosa de ocho años atrás cuando el efecto de Águeda Reynés les arrolló. No solo eso, sino que mimetizados con la tendencia del país, han adelantado por la izquierda a la agrupación de Conxa Juanola, probablemente la que peor cara tenía de todos los candidatos derrotados el domingo tras verse desalojada del primer sillón municipal.

Noticias relacionadas

Pero más allá de la redención socialista española, que seguro ha pesado en quienes han regresado al círculo del puño y la rosa en Maó, también debe prevalecer el trabajo y la actitud del que será nuevo alcalde.

Héctor Pons ha construido una convivencia ajena a los sobresaltos, de puertas afuera, con el grupo de Juanola en buena sintonía por ambas partes. Ha comandado con discreción y acierto las áreas de fiestas y cultura, no tanto la referida al puerto de Maó que continúa precisando una intervención decidida que le devuelva el esplendor de años atrás.

Pons y su equipo son herederos de los Borja Carreras, Arturo Bagur, e incluso, Vicenç Tur, ejecutores de los mandatos que les otorgaron la mayoría de los mahoneses durante 28 años, con muchos más aciertos que errores. No se trata de un regreso al pasado sino de una apuesta por el futuro... de nuevo socialista.