TW

Qué pesadito que se está poniendo Chema con eso de que cada vez hay menos bares de toda la vida, esos baretos de comida casera con mantel de plástico y unas cañas muy bien tiradas. Según él ahora todo son platillos cuadrados, camareros de pasarela, lechos y emulsiones de a saber qué mierdas, y postureo por un tubo. Según él en esos restaurantes, gastrobares y mojones por el estilo, se siente como en el cuento de Hans Christian Andersen «El traje nuevo del emperador», donde todo el mundo veía que el emperador estaba desnudo, pero por no salirse del rebaño ponían cara de admiración como si llevara el más bello y exquisito traje jamás visto.

Y es que Chema es un nostálgico con mayúsculas. No entiende que el mercado manda, y manda mucho, es más, lo manda todo. Su cabeza no computa, porque vive anclado en sus utopías y sus lecturas, que la moda es necesaria y que donde haya una oportunidad de negocio hay que cogerla antes de que otro te la robe. Ejemplo, todo el mundo andaba revuelto y escandalizado con el atasco que se montó hace unas semanas en la cima del Everest, donde más de 250 montañeros se encontraron en la cumbre y tuvieron que hacer cola, a más de 8.600 metros de altura, para hacerse un selfi que inmortalizara su gesta.

Bien, pues donde los demás ven drama, y un evidencia clara de la saturación a la que ha llegado este planeta, yo veo un negocio de futuro, un chiringuito de alta montaña en plena cima del mundo donde se vendan chocolatitos calientes a 500 euros el vaso y se recarguen bombonas con aire para los montañeros a 3.000 euros la carga, créanme que lo pagarán, piensen que una subida al Everest cuesta de media unos 100.000 euros por cabeza, así que la caja registradora no dejaría de sonar. Escuchen el sonido mágico de las moneditas cayendo clin, clin, clin, no hay nada más bello. Ya lo escribió en hermosos versos don Francisco de Quevedo y Villegas «Poderoso caballero es Don Dinero».

Noticias relacionadas

Basta ya de aguafiestas a lo Chema que no quieren más que involución y ruina, con el rollo ese de salvar al planeta, limpiar los mares, y cuidar los bosques. Joder, la Madre Naturaleza que se cuide sola, ¿no es tan sabia? cada palo que aguante su vela, y el mundo es para los listos, y el que no corre vuela, y tonto el último, y a frases hechas nadie me gana, y bla, bla, bla.

A ver si despertamos de una vez en nuestra bella y desaprovechada Menorca. Aprendamos de Venecia, aprendamos de Eivissa, o de lo bien que se lo hacen en Magaluf. Claro que sí, turismo de masas, turismo termita, turismo zombificado, cruceros donde desembarquen a la vez 6.000 turistas en Maó y otros tantos en Ciutadella. Aeropuerto abierto 24 horas, que aterricen Boeings y Airbuses sin tregua, como si fuera el fin del mundo. Batamos récords de pernoctación, lleguemos a los tres millones de almas durmiendo en la Isla. Que se vea gente apiñada desde Punta Prima hasta Punta Nati, desde la playa de Son Bou hasta la de Cavalleria. Y si nos falta roca construimos unos pantalanes artificiales, como la isla Palmera de Dubai, y tira millas. Que entren los euros por el caño gordo, sin parar, con obscenidad y alevosía.

Mientras ese momento monetariamente orgásmico llega me voy con Chema a buscar un bar de toda la vida, con comida casera y cañas bien tiradas, que estoy harto de que me tomen el pelo con tanto postureo y... bueno, entiéndame queridos lectores, una cosa es que yo haga caja a costa de los demás, y otra muy diferente es que los demás hagan caja a mi costa, ¿no? Feliz jueves.

conderechoareplicamenorca@gmail.com