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A48 horas para la constitución de las nuevas corporaciones municipales elegidas el 26 de mayo y la investidura de los alcaldes, persiste, en Menorca, la incertidumbre sobre cuál será el resultado final en varios ayuntamientos. Las negociaciones, en realidad pulsos durísimos para arrancar las mayores cuotas de poder a desempeñar durante los próximos cuatro años, se producen a contrarreloj y hasta el último minuto no cabe descartar absolutamente nada.

Ayer saltó la sorpresa en Es Mercadal y la Entesa, distanciada hace años de Francesc Ametller, no dudó en ofrecer un pacto al PP. Resonó el eco aquel acuerdo a la griega que suscribieron el PP de Bernat Llompart y el PSM de Ester Riudavets en Es Castell.

Es Mercadal constituye, por tanto, la primera duda, porque ahora mismo nadie sabe quien desempeñará la alcaldía durante los próximos cuatro años en un escenario endiablado que pone a prueba la cintura política de Coia Sugrañes. De lectura obligada la carta abierta que publica hoy en nuestras páginas de Opinión la presidenta del PP-Menorca, que, tras obtener el 26-M unos resultados muy dignos, demuestran la valentía y coraje que ha caracterizado su trayectoria política. Hoy, treinta años después, ya no es una forastera en Menorca.

Más dudas: ¿acabará Héctor Pons gobernando en minoría en Maó?, ¿hasta dónde y hasta cuándo mantendrá sus exigencias Conxa Juanola?, ¿aceptará el PSOE integrarse en el gobierno de Ferreries para volver a obtener un concejal dentro de cuatro años?. Prosigamos: ¿qué ofreció ayer Joana Gomila al PSOE y Podemos para que estas dos formaciones no caigan en la irrelevancia? El partido morado ha convocado consulta para decidir si se incorpora al gobierno municipal de Ciutadella, donde no es necesario en caso de acuerdo PSM-PSOE.

Donde no hay dudas es con José L. Benejam en Alaior y con Antònia Camps en Es Migjorn.