TW

Es increíble el temor, el miedo, el pánico, podría yo decir que el terror que causan las palabras de un presidente americano aun conociendo su imparable locuacidad verbal, como es el caso del actual presidente de EEUU, que sin que el resto del mundo industrializado sepa muy bien porqué, se ha decidido a desayunarse unas soflamas incendiarias contra la industria china, y de paso, incluida la suya propia, que tiene relaciones comerciales con el poderoso país de la Gran Muralla. Abrir la boca Trump y armarse una de aquí te espero a la velocidad del rayo ha sido todo uno.

Noticias relacionadas

La banca de todo el mundo junto a la bolsa y el petróleo, agavillados, acojonados en un pánico virtual por presumir pérdidas que en su conjunto causarían pavor, como ya lo está causando el desequilibrio de la bolsa, lo que hace que veamos con inquietud la fragilidad del sistema bursátil. En mi opinión pienso que habría que hacérselo mirar, porque vamos a ver, a España pongo por caso, debería mayormente importarle una higa los calentones verbales del amo de la Casa Blanca, pero dicen quiénes lo saben, que esto de la bolsa es como un tsunami, sus efectos se dejan notar a miles de kilómetros de dónde ha tenido el epicentro el fenómeno, y a Trump cuando se le cruzan los cables que en eso se pinta solo, puede ser un hacedor de terremotos, tsunamis, maremotos y seísmos varios de mucho cuidado, un peligro muy a tener en cuenta. De momento han sido el petróleo, la bolsa y la banca, los que han dado muestra del siempre agazapado acojonamiento del poder financiero, ya veremos qué en que para.