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La edición digital del diario Menorca publicó unas 14.000 noticias a los largo del año pasado, ¿saben cuáles fueron las diez más leídas?, efectivamente, las de sucesos. Las informaciones que más visitamos, queridos lectores, fueron sobre muertes, accidentes, heridos, choques, atropellos, apuñalamientos, etc. Disfrutamos recreándonos en lo escabroso más que un youtuber recibiendo un like. Nos mola regodearnos en el fango de los males ajenos más a que un salvapatrias besar una bandera mientras se mea en un currito y se lleva la pasta a las Caimán.

Igual es que va en la condición humana ser unos schadenfreude, el término que usan los alemanes para referirse al placer que una persona siente ante el mal ajeno. O sencillamente es que nos atrae observar sufrimiento ajeno, no tanto porque nos alegremos de lo que les pasa a otros, sino por el regustillo de alivio que queda al saber que no nos ha pasado a nosotros. Y no me vengan con discursos timoratos de falsos compungidos, seamos sinceros, muchas muestra de condolencia pública ante un terrible hecho personal, como el del niño que murió en un pozo a principios del año pasado, buscan ser más protagonistas que la propia familia afectada. Es como si quisiéramos gritarle al mundo, en este caso a través de Facebook, ya verán, voy a poner un texto súper emotivo y súper lacrimógeno para que me den un montón de «me gusta» y vean lo afectado que estoy y lo creativo que me pongo cuando hay dolor. Ahora bien, en cuanto el boom informativo pase, a otra cosa mariposa que hoy juega mi equipo y estrenan la temporada vigesimoquinta de «La Voz Kids» y hay un niño gordito, perdón, con sobrepeso, que canta rancheras como los ángeles.

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Por lo tanto muchas veces, bajo muestras dramáticas de empatía con el sufrimiento de otros, lo que hay es una necesidad de atención, de alimentar ego muy grande. Y no pasa solo en el mundo de los sucesos, ahora que hay muchos exaltados con el nuevo Gobierno, parece que van locos a ver quien la dice más gorda, a ver quien dice mas la palabra etarra, o «unidad de España», para demostrar que a defensor de la patria no le gana nadie, y si hay que llamar maricones a los homosexuales, o feminazis a las feministas, o azuzar para que apaleen algún niño inmigrante se hace y punto, todo sea para que vean como me implico en esta cruzada. Ahora que lo pienso, ¿se imaginan que detrás de cada nuevo facha lo que hay realmente es una necesidad de protagonismo y cariño, porque quizás sus padres no se le dieron nunca, o se lo dieron en exceso convirtiéndole en el tirano de la casa y ahora no resiste ni la más ligera frustración? Como sea eso, difícil cura tiene, porque a los que escupen odio dan muy poquitas ganas de abrazarles.

Vale, que sí, que estamos de acuerdo en que no vamos a estar todo el día metiéndonos información sesuda en vena porque podemos acabar muy mal, y vale también que sabemos que para trasmitir el dramatismo de los incendios de Australia más que dar datos como que hay 52.400 kilómetros cuadrados devastados; 27 fallecidos y miles de desplazados; más de 1.000 millones de animales afectados; 400 magatoneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, que al final no son más que números que olvidaremos, se vende mejor el tema si sacan a un koala bebiendo agua de un botella. Pero no por difícil, deberíamos abandonar el camino para encontrar la justa medida. Es tan básico, como saber que la cerveza sabe mucho mejor con unas tapas. Feliz tercer jueves del año.

conderechoareplicamenorca@gmail.com