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30-V-21 Viernes

Bajo a la city para unos recados y aprovecho para tomar un último café en el American Bar. Mientras observo el postrer azacaneo de Pepe y Xavi en la barra, rememoro aquellas tertulias sabatinas de S’American con Tomeu Gili, Miquel Vanrell, Emili de Balanzó, Rafael Riudavets, Yato Carreras, Mevis Pons, Antonio Casero y tantos otros rojos irredentos que pululaban por una ciudad aún reconocible.

Hoy, presa de la gentrificación (fea palabreja, pero muy descriptiva) y las franquicias, empieza a parecerse a otros «no lugares», indistinguibles de una ciudad a otra. Salud y larga vida, Pepe, Xavi, ho mereixeu…

1-V-21 Sábado

Dos señoras Ayuso se nos han presentado en esta semana preelectoral, la versión populista de mítines con sus ocurrencias más o menos ingeniosas y/o cutres, y la más contenida e institucional ante ese gran entrevistador que es Carlos Alsina, marco en el que la presidenta se serena y ofrece, sin chascarrillos, su propuesta neoliberal en versión castiza que se hace irresistible para los admiradores de esa madrileña way of life, que sería el desideratum si no fuera por el pequeño detalle de sus feas cifras pandémicas y la ventajilla que le confiere el hecho de que todos los caminos de la España radial confluyan en Madrid.

2-V-21 Domingo

Veo en diferido la mesa redonda del Ateneo «Historia y memoria, recordant totes les victimes de la Guerra Civil a Menorca», un acto sumamente mesurado, pero no por ello menos emotivo, sobre todo por la intervención inicial del nonagenario Joan Pons Moll, con quien compartí años de trabajo en el Hospital Virgen de Monte Toro dejándome una impronta de insobornable honestidad y una laboriosidad callada y eficaz. Por su parte, Xavi Seguí refrendó el lema de su familia, tantas veces puesto de manifiesto por su padre, el doctor Mateo Seguí Mercadal: «Paz, piedad, perdón».

Hubo consenso en cuanto a la realidad de las dos represiones sufridas por la isla, una republicana al principio de la guerra y otra franquista al final de ella, y también en la necesidad de rellenar las páginas en blanco que dejaron las fosas comunes (ponerles nombre), según la apostilla final, brillante como siempre, de Josep Maria Quintana.

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3-V-21 Lunes

Los primeros cien días de Joseph Biden al frente de EEUU han pasado como un suspiro. Acostumbrados a aquellos despertares de pesadilla con los incendiarios y delirantes tuits de Donald Trump, titularía el período como «Cien días sin Él». Me pilla la conmemoración leyendo las memorias de Obama «Una tierra prometida» en las que da rienda suelta a sus dudas y vacilaciones a la hora de tomar decisiones. «Aprendes a medir tu progreso en pequeños pasos», escribe Obama. Quizás por eso se quedó corto en sus logros, aunque su reforma sanitaria fue loable, así como sus iniciativas a favor de las energías limpias, el deshielo con Cuba o el acuerdo nuclear con Irán, acontecimientos en los que siempre estaba el vicepresidente Biden tomando nota…

Sabedor de ello (y de su avanzada edad) y con una dilatadísima carrera en la administración pública, Biden ha cogido el toro por los cuernos y en estos primeros cien días ha dejado boquiabierto al mundo con su plan de grandes inversiones públicas, que devuelve a su país al llamado New Deal de Franklin Delano Roosevelt, quien sacó a EEUU de la Gran Depresión, con un razonable aumento impositivo a las grandes fortunas y corporaciones para financiarlo, la vuelta a los acuerdos climáticos de París, o pararle los pies al marrullero Putin (aunque se pasó varios pueblos al llamarle «asesino»).

El soñoliento (sleepy) Joe, que decía Trump, ha demostrado estar bien despierto y lúcido, y también que hay alternativa al dogma neoliberal que reina en la economía mundial desde los tiempos de Reagan y Thatcher. En este caso puede que el Gobierno no sea el problema, como decía Reagan, sino el principio de la solución.

5-V-21 Miércoles

Alea iacta est, vini, vidi, vinci, consummatum est, son latinajos muy adecuados para el momento político, tras la apabullante victoria de la señora Ayuso en las elecciones madrileñas de ayer, aunque también podríamos decir Ave Caesar, morituri te salutant si nos referimos a los derrotados de la izquierda, focalizados, no en su evanescente candidato, sino en el propio presidente del Gobierno y su consejero áulico Iván Redondo, y sobre todo en un político tan tóxico como Iglesias quien, felizmente, desaparece del mapa político español.

6-V-21 Jueves

Nueva y sorprendente vuelta de tuerca de Joe Biden con su propuesta de liberalización de las patentes, propuesta problemática pero significativamente solidaria con los países pobres. Sin vacunas para todos no habrá solución duradera. Y lo dicho, qué tranquilo se vive sin Donald Trump…