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14-V-21 Viernes

«Había que arrancar la cultura de las garras del puritanismo religioso, de la moralina. La consigna era espantar al burgués, deconstruir los grandes discursos normativos, abrir las mentes y los cuerpos a través de la experimentación, la ultranza chocante, la ofensa al sistema. ‘Prohibido prohibir’, la consigna de mayo de 1968 marcaba el norte. Pero cuatro décadas después, el progresismo tiene una nueva novia, la censura, y una nueva enemiga, la libertad de expresión».

Con esta parrafada encara Alejo Schapire lo que llama con tino «La traición progresista» título de un interesante librito que acaba de publicar la editorial Península y en la que entronca además con la primera gran traición de la llamada «progresía», la que supuso el abandono a su suerte del escritor angloíndio Salman Rushdie, condenado a muerte en 1988 por el ayatolá iraní Jomeini por la publicación de «Los versos satánicos». Entonces, una apreciable parte de escritores de izquierda, incluidos el antiimperialista John Le Carré y el marxista John Berger optó por considerar y proclamar que Rushdie «se lo había buscado».

De ahí a la actual «cultura de la cancelación», que censura toda aspereza del mundo real que pueda incomodar a sus hipersensibles crías, va un paso, el mismo que convierte la película «Lo que el viento se llevó» en un ataque intolerable a la dignidad afroamericana, o a las caricaturas del profeta Mahoma en un atentado a la fe islamista que justificaría el posterior atentado al semanario satírico «Charlie Hebdo», por aquello de las «minorías oprimidas» que tanto gusta a determinada izquierda. Al parecer ha nacido otro orden (in)moral. Aviados estamos.

15-V-21 Sábado

Repaso a la prensa del día y me quedo con la imagen de alegría de las portadas de los periódicos con la vuelta a cierta normalidad. Y a medida que constato el indiscutible papel de las vacunas en la bajada drástica de las cifras de contagiados y fallecidos, menos entiendo a sus negacionistas y sus delirantes teorías, que llegan a cuestionar «las sustancias que nos inyectan» como si, en vez de exhaustivos controles por autoridades científicas, hubiera un sanedrín de conspiradores dispuestos a envenenar o sojuzgar a la humanidad para vaya usted a saber con qué siniestros designios…

Pero es día de sonrisas, decíamos, y unos buenos y generosos amigos nos invitan a un estupendo Corner del puerto de Addaia, donde, entre los manjares de Pere Pons, se percibe en los semblantes que algo se empieza a mover, y no puede ser otra cosa que esa natural alegría de vivir, hibernada durante más de un año. Acojámosla con seny para que no vuelva a escabullirse…

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16-V-21 Domingo

Explosión veraniega. Cautela. La Liga de fútbol en un puño. Terror a que al final vuelvan a ganar ellos. Nadal vence de nuevo y nada menos que a su máximo rival y number one, Djokovic. Al final del día y consiguiendo la Champions, las chicas del Barça nos reafirman de que es un finde para la sonrisa. Que no decaiga la alegría, nos la merecemos. «Dentro de un orden y sin que sirva de precedente», se nos decía durante el tardofranquismo. Pues eso.

17-V-21 Lunes

Tertulia telemática de altísimo nivel en el Cercle d’Economia, sobre la España y Menorca post pandémicas, con la participación de relevantes figuras de la economía vinculadas a Menorca. Mensaje optimista por la rápida creación de vacunas y los estímulos fiscales, y hasta por la Hauser& Whirth de la Illa del Rei, dilema entre el necesario control de los fondos europeos y la no menos imprescindible eficiencia, necesidad de colaboración público-privada, así como de un clima político más sosegado…

18-V-21 Martes

Fina Salord fue una magnífica vicepresidenta del Ateneo de Mahón, donde tuve el placer y el honor de colaborar estrechamente con ella en multitud de proyectos culturales. Con una preparación indiscutible, una tenacidad admirable y un menorquinismo siempre activo, Fina merece sobradamente el reconocimiento que se le cuestiona por un vínculo familiar de todos conocido y que para nada ha influido en su proclamación.

19-V-21 Miércoles

El gozo en un pozo: polvorín sangriento en Oriente Próximo y seísmo inmigratorio en Ceuta. Dos patatas calientes, la primera de ellas para el presidente norteamericano Joe Biden que hasta ahora se había puesto de perfil en el contencioso palestino-israelí, bien al contrario que su antecesor, quien optó por darles la razón en todo a los israelíes. Y para Pedro Sánchez la otra patata cuando se las prometía muy felices con su vistoso plan verde-digital para 2050. Y por lo que se acaba de ver esta mañana en la sesión de control al Gobierno, el necesario sosiego al que aludían los ponentes del Cercle, no aparece por ningún lado: afirma Casado que la culpa de la crisis ceutí y del sursuncorda la tiene, ¡cómo no!, Sánchez… Una peculiar «mano tendida»…